16 de abril de 2010

Protocolo Olvidado: Responder a Emails y Llamadas

Por Bertha García Vasconcelos

Una gran diferencia que he encontrado entre las personas de otros países de primer mundo y México, es que aún aquellas grandes personalidades, como Directores, Vicepresidentes, personajes o escritores reconocidos, responden los emails que reciben. En México, especialmente las personas encargadas de la selección de personal, los Gerentes y Directores de Recursos Humanos, no responden a muchos de sus emails, ni mucho menos a las llamadas, contradictoriamente a su función en las empresas, que tiene que ver con todo lo relacionado al factor humano, incluyendo el favorecer la motivación, la integración y el trabajo en equipo. En teoría, ellos son los expertos en comportamiento humano y organizacional. Son los que “humanizan” a las empresas, por que son los mediadores entre los empleados y la organización. Además son los expertos en relaciones humanas, por lo que son seleccionados, no solo por su experiencia, sino por sus competencias sobresalientes de inteligencia emocional. El Dr. Peter Salovey, de la Universidad de Yale, la define como una inteligencia que incluye las capacidades de reconocer y de manejar las emociones propias, de reconocer las de los demás, de automotivarse y de manejar adecuadamente las relaciones. Daniel Goleman, autor de “La Inteligencia Emocional”, añade que “estas son las habilidades que rodean la popularidad, el liderazgo y la eficacia interpersonal.”

Sabemos que los headhunters y seleccionadores pueden recibir al menos 100 CV´s en un día, sin embargo, éstos son referidos por las compañías de Internet. No son enviados directamente por las personas, sino por el mismo sistema que realiza el “match.” Pero, ¿qué les sucede a los emails recibidos directamente?

Los encargados de seleccionar al personal han perdido el protocolo de dar respuesta a las personas. Olvidan que un simple acto habla de la organización entera para la cual trabajan. Hace muchos años, cuando inicié mi carrera en selección de personal, era política de la empresa enviar cartas de agradecimiento por correo a todas las personas que presentaban una solicitud de empleo o eran entrevistadas, donde se les daba una respuesta. El texto correspondía básicamente a dos categorías: Para las personas que no cumplían con los requisitos o políticas de selección, y para las que cubrían satisfactoriamente con éstos, pero que en el momento no existía una vacante y quedarían en la cartera de candidatos para referencia futura.

Si bien es difícil decirle a una persona que ha sido rechazada, hay maneras creativas de manejarlo. En los últimos meses, dos amigos míos se entrevistaron en la misma empresa, donde yo conozco bien a la persona encargada de entrevistar a los candidatos. Me solicitaron que la contactara para averiguar su estatus, debido a que no habían recibido respuesta alguna, ya fuera positiva o negativa. ¡Yo tampoco recibí respuesta!

Todos sabemos que responder emails absorbe mucho de nuestro tiempo, sin embargo, es parte de un protocolo que, a mi parecer y al de muchos otros, no debiese ser olvidado. Demasiado tiempo tratamos con máquinas, limitando cada vez más el contacto personal. Sin embargo, el Internet es una valiosísima herramienta para comunicarnos y ahorrar mucho tiempo.

No importa que Ud. trabaje o no en Recursos Humanos, pero si representa a una organización o su propia empresa, nada le cuesta responder a sus emails y llamadas dentro de las 48 horas siguientes, aunque sea de manera muy breve. Inclusive puede responder llamadas por email. Esa es la ventaja de Internet, respuestas breves y rápidas. Su empresa y Ud. quedarán bien. Además, Ud. nunca sabe si esa persona que le escribió será más tarde un aliado, un amigo o un buen contacto cuando usted necesite ayude o pierda su empleo. Puede suceder que en el futuro, lo encuentre de su par o su jefe. O se lo encuentre más adelante como Presidente de una asociación profesional. La vida da muchas vueltas, use su visión.

Administre su tiempo, no se deje arrollar por el torbellino de la actividad diaria. Piense a futuro. Encuentre una forma de organizar sus emails, o si tiene un asistente, haga que conteste sus emails para que Ud. pueda dedicarle más tiempo a tareas más productivas. Use su inteligencia emocional y no ignore sus mensajes, por que atrás de un email hay una persona.

Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos. Ud. puede compartir este artículo siempre y cuando le de crédito a la autora.

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