18 de mayo de 2023

LO QUE DICES DEFINE TU ÉXITO EN LA VIDA



Por Bertha Vasconcelos


¿Sabías que lo que dices se proyecta en tu realidad externa? Lo que piensas y dices construye tu historia. Esto quiere decir que si continuamente te dices a ti mismo o expresas abiertamente, por ejemplo, “No tengo dinero,” “Tengo miedo de no conseguir trabajo”, “Tengo miedo de no tener suficiente dinero” estás creando esa misma realidad que no deseas.

Lo que dices refleja lo que piensas. Tus pensamientos son producto de creencias arraigadas que aprendiste en el transcurso de tu vida desde que eras pequeño, que pueden ser positivas o perjudiciales para tu bienestar.

Cuando enfrentas un reto en tu vida, piensas o dices: ¡Qué horror! ¡Es horrible! ¡Es espantoso! ¡Qué terrible! Ahora reflexiona, ¿cómo crees que te hacen sentir esas palabras? No creo que hagan sentir feliz a alguien. Esas palabras son producto de las creencias que tienes respecto a diversos temas. La mayoría de las cosas que consideramos terribles son parte de la vida. Lo más probable es que nos hemos formado la creencia de un mundo ideal y cuando sucede algo que no compagina con éste, pensamos que es horrible. Perder la salud, trabajo, dinero o a un ser querido puede sucederle a cualquiera, así como tarde o temprano viviremos los procesos propios de esta vida, como cuando los hijos crecen y se van, los padres y madres enferman, envejecen y/o mueren, envejeceremos (si llegamos), cambios laborales inesperados o conflictos con los hijos, hermanos o padres. Así que podemos tomar la decisión de aceptar la vida como es y afrontarla de una manera positiva, diciéndonos algo así como: “La vida es como es, pero no es horrible,” “Todo pasa,” “Es natural sentirme triste, pero estoy seguro que saldré adelante” en lugar de lamentarse con todo el que hablamos.

Cuando tenemos una imagen idealizada de la vida, de las personas y de uno mismo, se nos hace difícil aceptarlas como son y aceptarnos como somos, lo cual naturalmente generará frustración y descontento. Al formarnos expectativas poco realistas de las personas y de la vida nos traerá infelicidad e insatisfacción; lo peor de esto, es que lo expresaremos en nuestro lenguaje y escribiremos una historia basada en ello. La buena noticia es que podemos deconstruir cualquier historia para crear una nueva.

Hay frases y palabras que nos hacen sentir víctima, como si no tuviésemos poder sobre nuestra vida. Es preciso ser conscientes de lo que decimos. ¿Sabías que tu lenguaje entorpece tu éxito y crecimiento? También impide tu progreso económico. Por ejemplo, si dices: “Me siento estancado”, “Las cosas no me salen”, “Tengo demasiadas deudas” son excusas que te harán sentir débil y sin poder. Si dices “Tengo que”, “Debo hacer”, “Necesito hacer” te sentirás frustrado y desilusionado, serás percibido como una persona necesitada, “urgida.” Si dices: “Soy tan estúpido”, te sentirás tonto e incapaz. Es más apropiado usar un lenguaje que te empodere. Como decir: “La vida no es horrible, es como es”. La palabra “Elijo…” es mejor opción que decir “Debo…” En lugar de decirte “No podré” o “No puedo” sería más apropiado decir “Estoy en proceso de hacer tal cosa…“ Además, ¿cómo sabes que no podrás si ni siquiera lo has intentado? Si afirmas “No tengo dinero” o “es muy caro, no puedo pagarlo” esas simples frases te conectan inconscientemente a todo aquello que tiene que ver con escasez y carencia, y a todas las personas que viven con miedo de no tener suficiente dinero o perderlo.

Los debería (yo debo, él/ella debe, ellos/ustedes deben, tu debes) y los hubiera son palabras que necesitamos urgentemente desechar de nuestro vocabulario.

.¿Qué pasaría si a partir de hoy desechas esas palabras y expresiones de tu vocabulario, y las cambias por otras que te empoderen? Te ayudará comenzar por aceptar que la vida y el mundo son como son, y que las personas son seres humanos, comunes y corrientes, con quienes compartimos limitaciones y virtudes, aciertos y errores. Si eliges cuidadosamente tu lenguaje y lo que te dices a ti mismo (tu diálogo interno), estarás creando tu realidad, una nueva narrativa o historia de lo que realmente quieres para ti.

Mientras más personas lo hagamos, mejor será el mundo.

¿SIN DINERO, SIN SUFICIENTES CLIENTES?©




Por Bertha Vasconcelos


Veo a mi alrededor tantas personas talentosas que no puedo creer que su prosperidad se vea mermada. Muchas de ellas se quejan que no tienen dinero o suficientes clientes.

Si bien a mucha gente en el mundo entero nos afectó la crisis económica del 2008 (que aun continúa sin poder resolverse del todo), también es verdad que muchos estamos saliendo a flote, y hasta avanzando rápidamente hacia un recuperación y colocarnos nuevamente en la situación que estábamos antes del 2008, o aun mejor.

Las personas hacen lo que se requiere hacer, como producir, promover sus servicios y productos, administrar mejor su dinero, ser más cuidadosos con los costos y gastos, y aun así, la prosperidad parece menguar, o fluye y después se detiene.

Si este es su caso, sepa que hay factores internos que están influyendo para que sus esfuerzos no fructifiquen. Usualmente se trata de creencias subconscientes sobre el dinero, los ricos y la riqueza, o sobre sí mismo, muy arraigadas por cierto, porque algunas de ellas son generacionales o algo sucedió que le marcó. Esas creencias a su vez generan bloqueos emocionales que están impidiendo que alcance sus metas financieras con mayor rapidez y efectividad.

Cuando las personas reconocen estos factores internos y que la prosperidad es su derecho, que viene de adentro y se proyecta hacia fuera, y trabaja en los temas que detienen su libre fluir hacia usted, vivirá en la abundancia.

No tema incursionar en las profundidades de su subconsciente (es una parte de usted que merece ser reconocida y ponerlo a su servicio para su propio bienestar) porque el resultado es que gozará de una prosperidad y bienestar en plenitud. Comprenderá muchas cosas y poco a poco se abrirá y hará fluir la prosperidad en abundancia.

Más que nunca, el trabajo interno, es la clave para resolver la mayoría de los problemas, conflictos y bloqueos que le agobian en la actualidad.

Le deseo prosperidad en abundancia.

¿EMPLEARSE O AUTOEMPLEARSE?

Por Bertha Vasconcelos


¿Está considerando independizarse? O, debido a la discriminación laboral por edad en las empresas transnacionales en México, ¿se siente obligado a considerar otras alternativas? ¿Está harto de tener jefes tiranos y/o someterse a políticas que bloquean su creatividad o van en contra de los derechos humanos?

Antes que nada debe saber que no está solo, ya que hoy en día miles de personas buscan más que un ingreso en su labor profesional. Según las estadísticas cada vez más mujeres y hombres están buscando la realización de su potencial y la utilización de sus talentos para contribuir a su comunidad y dar un sentido más profundo a sus vidas.

Ya sea que usted decida emplearse y gozar de las ventajas de contar con un ingreso estable, o desea probar la independencia y disfrutar de la libertad para distribuir su tiempo y llegar hasta donde usted puede llegar sin limitaciones, debe saber que ambas situaciones conllevan ventajas y desventajas que afrontar y saber manejar adecuadamente. Conocerlas y evaluarlas puede ayudarle a tomar una decisión racional con riesgos calculados. También puede decidir combinar ambas alternativas mientras se decide a auto-emplearse. En todo caso, la planeación es una ventaja, aunque en ocasiones la vida obliga a lanzarse sin mucha preparación que con el tiempo, la experiencia y los errores se aprende.

Hay personas que al terminar la licenciatura se independizaron, y aprendieron a generar ingresos desde muy jóvenes, otras personas se emplearon y las empresas resultaron ser excelentes escuelas para su formación, pero al independizarse hemos tenido que aprender nuevas maneras de generar nuestro ingreso. Ser independiente es una experiencia de muchos retos pero sumamente gratificante.

Si usted está considerando auto-emplearse que no es igual a poner un negocio, es importante que sepa que en estos tiempos de rápidos cambios, las viejas y limitadas formas de hacer negocio están muriendo, y nuevas ideas están naciendo.

Es el tiempo de empoderarse para alcanzar el máximo de su potencial. Usted posee talentos, habilidades y cualidades que le hacen totalmente capaz para generar su propio ingreso. Recuerde que usted es el Gurú que está buscando. Su tiempo es ahora y el regalo que recibe es USTED mismo cuando se da cuenta que está aquí para hacer la diferencia.

Atrévase a conocer lo que usted es capaz de hacer y lograr.

24 de marzo de 2023

SINTOMAS FISICOS DE ANSIEDAD



Por Bertha Vasconcelos


Abajo enuncio los síntomas físico de la ansiedad, pero usted puede percibir estos síntomas en los demás también: la persona hiperventila, habla rápido, se impacienta con facilidad, reacciona con hostilidad ante una negativa o cuando se frustra (se nota en su tono de voz, pudiendo llegar a ser grosero), tolera mal el estrés, es demandante.

Los síntomas físicos de la ansiedad son comunes, y ciertos tipos de ansiedad tienden a estar asociados a esos síntomas. Para poder afirmar que usted padece un Trastorno de Ansiedad es necesario la manifestación abrupta de cuatro o más de los siguientes síntomas, alcanzando su máxima intensidad en los primeros 10 minutos:
• Palpitaciones, sacudidas del corazón o ritmo cardiaco acelerado
• Sudoración
• Temblores o sacudidas
• Sensación de ahogo o falta de aliento
• Sensación de atragantarse odificultad para tragar.
• Malestar, presión o incomodidad en el pecho
• Náusea o molestias abdominales
• Sensación de mareo, inestabilidad, vértigos o desvanecimiento
• Sensación de irrealidad o despersonalización (estar separado de uno mismo)
• Miedo a perder el control o a volverse loco
• Miedo a morir
• Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
• Escalofríos o sofocaciones

En la actualidad existen diferentes tipos de tratamiento y muchos pacientes que han sido tratados por los ataques de pánico, se han recuperado tras sólo unas cuantas sesiones de psicoterapia, dependiendo de lo grave o crónico de su condición. La ansiedad y la preocupación son muy comunes, por lo que acabamos etiquetando innecesariamente a las personas. Si su médico le dice que padece un trastorno de ansiedad o varios, usted puede sentirse anormal o avergonzado por lo que el diagnóstico puede agudizar estos sentimientos. Usted puede llegar a la conclusión de que padece una «enfermedad del cerebro» o una enfermedad mental. Lo más probable es que no sea así. Usted se puede sentir víctima de fuerzas que están fuera de su control y llegar a la conclusión de que tiene que someterse a un tratamiento con medicamentos para mejorar. En la mayoría de los casos, esto tampoco es cierto.

Existen actualmente nuevos tratamientos, eficaces y libres de medicamentos alópatas, y el pronóstico de recuperación plena es excepcionalmente bueno. Muchos pacientes que han sido tratados, aun por ataques de pánico, se han recuperado tras sólo unas cuantas sesiones de psicoterapia dependiendo de lo grave o crónico de su condición.

9 de marzo de 2023

EL AUTOSABOTAJE SEGUNDA PARTE


Por Bertha Vasconcelos

Otra forma de autosabotearse consiste en devaluar constantemente los pequeños pasos que indican el avance hacia las metas, y disfrutar muy poco al momento de lograr algo. De continuar ignorando o minimizando tus avances, aunque sean pequeños o lentos al principio, tu vida será menos placentera comparada a las de las personas optimistas que sí ven, aprecian y celebran, aun los más pequeños avances. Establece pequeñas submetas y planea los pasos de acción para lograr tus objetivos. Observa y registra tus avances. De esa manera te darás cuenta claramente que estás avanzando, y por favor, no minimices tus logros; date una palmada y elógiate cada vez que consigues una.

Escucharse a sí mismo y decidir es fundamental. A veces las personas posponen el tomar una decisión para evitar asumir la responsabilidad que conlleva. El ir por la vida sin tomar decisiones, en una eterna búsqueda, explorando diversas alternativas y probando diferentes caminos sin llegar a definirse o elegir ninguno, impide que las personas realicen sus sueños o metas. Si no sabes que quieres, es más fácil comenzar por preguntarte que no quieres, y de ahí podrás determinar qué quieres para las diversas áreas de tu vida. Por otro lado, las personas que pasan la vida escuchando a todos los demás menos a sí mismas, cosecharán el producto de sus equivocaciones. Así mismo, quienes actúan lo que piensan sin antes reflexionar, coleccionarán una larga lista de errores de los cuales más adelante se lamentarán.

Algunas de las manifestaciones o efectos del auto-sabotaje son los prejuicios, guardar rencor, sentir lástima por sí mismo, la falta de autocontrol, el pesimismo, la pereza, culparse o culpar a los demás, procrastinar, la desidia, la codicia, la obstinación, las adicciones, la impuntualidad, la depresión, ansiedad, entre otros. La tan escuchada frase “no me tocaba” es la típica y preferida voz del auto-sabotaje. Enfermarse, llegar tarde, sentirse indispuesto (sin ganas) o tirar el café en la ropa cuando tienes un evento que te derivará grandes beneficios son otras formas de auto-sabotearse.

Si te has dado cuenta que te falta perseverancia o consistencia para lograr lo que te has propuesto, sabes que puede dar más, que si te lo propusieras alcanzarías tus sueños, pero hay algo que te impide lograr tus objetivos y no sabes que es. Varios intentos fallidos para resolver una situación (o similar) es un indicador de auto-sabotaje. Cuando te das cuenta que el enemigo está dentro de ti, estarás listo para enfrentarte a tus “propios demonios,” lo cual tiene gran mérito, tanto como reconocer que te ha faltado perseverancia, decisión, disciplina, compromiso o responsabilidad. Simplemente admitir a ti mismo que hay algo que se interpone entre tú y tus metas, que aun no identificas claramente, merece especial reconocimiento.
El auto-sabotaje es un tema delicado porque tiene raíces emocionales no conscientes. De serlo, las personas no caeríamos constantemente en él. En la mayoría de los casos, no hay fórmula fácil para identificarlo o superarlo, porque cada persona es única y su problemática puede obedecer a muy diversas razones de otras. Si te estás auto-saboteando, ayúdate a ti mismo y recurre a un especialista, psicoterapeuta o profesional capacitado para trabajar aspectos profundos de la personalidad que te ayude a resolver este problema. Estoy segura que al encontrar la causa de tus patrones de auto-sabotaje podrás conseguir lo que tantas veces te has propuesto anteriormente sin éxito.

Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos.

EL AUTOSABOTAJE PRIMERA PARTE

Por Bertha Vasconcelos

Este tema del comportamiento humano es mucho más importante y complejo de lo que la persona promedio podría pensar. Todos los seres humanos, sin darnos cuenta, boicoteamos con frecuencia nuestros mejores esfuerzos y el logro de nuestras metas o sueños. El auto-sabotaje es universal, y conlleva patrones repetitivos hasta que no son descubiertos. No cabe duda que la vida sería más fácil y placentera si nos diéramos cuenta cuando entra en acción. A continuación expondré algunas situaciones muy comunes que servirán para ejemplificar las diversas formas con las cuales las personas tendemos a sabotearnos.

La Profecía Autorrealizada es un término que acuñó el psicólogo Martin Seligman para explicar el hecho de que las personas interpretamos y reaccionamos de determinada manera a los eventos, lo cual reproducirá en nuestra vida justamente la situación que esperamos. Si somos más optimistas, el resultado será más positivo que de ser pesimistas.

He conversado con personas talentosas y muy valiosas en lo que hacen, que se desvalorizan porque uno de sus usuarios ha sido difícil de complacer o alguna persona les ha criticado por lo que hacen. Debido a que esta experiencia les ha generado estrés o se han sentido vulnerables, tienden a generalizar su decepción a todo aquello que abarca su ocupación o trabajo. A fin de evitar que se boicoteen, les explico que el hecho de que una o dos personas les “pongan el pie,” no significa que no sean buenas en lo que hacen, por lo que dudar de sus propias capacidades y talentos por este tipo de incidentes no les beneficiará en absoluto. Si por el contrario, toman esta desagradable experiencia como un aprendizaje y la analizan podrán enriquecer su proceso de crecimiento. Todas las ocupaciones conllevan actividades o tareas que pueden resultar aburridas, desafiantes o “latosas.” Son parte de la vida laboral, por lo que no se pueden rehuir si deseamos progresar o continuar creciendo en nuestro trabajo, profesión o vida en general. Inclusive, pueden involucrar el enfrentar colegas, jefes o clientes desagradables y demandantes. Evitar constantemente este tipo de tareas o personas puede conducirnos al aislamiento, y sucesivamente al fracaso, así como refuerzan la falta de confianza en sí mismo, el miedo (al éxito, rechazo, fracaso) o la auto-devaluación, mismos que a la vez podrían ser formas disfrazadas de auto-sabotaje, porque impiden que una persona desarrolle nuevas habilidades para enfrentar la vida y triunfar en lo que se proponga.

Algunas personas eligen sentirse víctimas de las circunstancias (especialmente de su niñez), y otras más rehuirán comprometerse. El problema es que, tarde o temprano, la vida les dará una fuerte bofetada que las obligará a abrir los ojos y pisar la tierra, aunque hay quienes que, a pesar de estas oportunidades de aprendizaje persisten en fantasear y no soltar el rol que han elegido desempeñar. El sentirse víctima puede provocar que las demás personas lleguen a evitarlas, o aun, a retirarles su ayuda. Los que no se comprometen, tienden a huir y pueden “aburrirse” fácilmente, por lo que desisten ante los primeros obstáculos con los que tropiecen o cuando entran en procesos que toquen fibras internas dolorosas.

Las personas que tienen problemas de autoridad no resueltos o poca tolerancia a la frustración se predisponen al auto-sabotaje, por que albergan ira o resentimientos que minan sus relaciones interpersonales, al formarse expectativas poco realistas de los demás, o bien, constantemente se oponen y rebelan ante lo que consideran normas sociales o figuras de autoridad.

La falta de perseverancia o disciplina son otros factores que favorecen el auto-sabotaje. Podría ser que acudan al médico, tomen cursos, terapia o algunas sesiones de coaching, leen libros que les ayudan, pero debido a que no se adhieren a su tratamiento, o no aplican de manera sistemática y continua lo que aprendieron, no ven los resultados inmediatos y culpan de no servir al médico, libro, coach, terapeuta, la técnica o al curso. Hoy en día las personas quieren recetas y técnicas que les brinden resultados inmediatos y mágicos. La mayor parte de las cosas que valen la pena en esta vida involucran un proceso, el cual requiere esfuerzo interno y un periodo de tiempo razonable para que se comiencen a ver los resultados. El pensamiento mágico del infante impera en los adultos contemporáneos. No hay nada mágico. No existe nada que nos haga cambiar internamente de la noche a la mañana. Ahora bien, sabemos que es de adentro hacia fuera, por lo que la rapidez con la que se vean resultados tangibles, dependerá en gran medida de la persona misma, de su motivación, esfuerzos y acciones para lograr lo que se propone.

Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos.

¿CANSADO DE NO TENER DINERO?



Por Bertha Vasconcelos


Si eres de las personas que continuamente dicen: "No tengo dinero" "No me alcanza" "No hay dinero" "No hay trabajo" "Por más que hago no salgo adelante" "Soy pobre".

Durante varios años he dado cursos sobre Psicología de la Prosperidad y continúo investigando acerca del tema porque en México es un tema repetitivo en las conversaciones. Y se ha vuelto la constante a partir del 2008 en todo el mundo.

¿Si ya te cansaste de no tener dinero y escuchar a los demás decir lo mismo? Mantente atento porque muy pronto tendré un evento que te ayudará a romper con esos patrones repetitivos, con el estancamiento y con la desesperanza de que no vas a tener dinero nunca. Si ya te dijiste no más, y estás dispuesto a vivir una nueva vida más próspera, no te lo pierdas.