23 de junio de 2025

APRENDIENDO A MANEJAR LA “GRILLA“ EN EL TRABAJO

Por Bertha Vasconcelos

Hace algunos años, presenté una ponencia en la Universidad iberoamericana intitulada Habilidades para el Manejo Positivo de la Política dentro de las Empresas” que deseo compartirles aquí. Después de tantos años de trabajar dentro del mundo corporativo, y ayudar a muchas personas a lidiar con la “grilla sucia” en sus trabajos, decidí conformar esta conferencia, cuyo objetivo era explicar y ejemplificar las habilidades y estrategias clave que se requieren para posicionarse y actuar de forma positiva dentro de las empresas con el fin de lograr el desarrollo profesional proyectado.

La política es un hecho en el mundo corporativo, por lo que la aplicación de una política positiva mejora el ambiente laboral e incrementa su satisfacción en el trabajo, al mismo tiempo que preserva su integridad y honestidad. Cada empresa decide qué tipo de política manejan sus líderes, y más adelante encontrará las respuestas a este importante tema que necesita uno conocer cuando asciende la escalera corporativa.  

LA POLÍTICA EN LAS EMPRESAS
 
La política es la forma de hacer que las cosas sucedan. Dra. Kathleen Reardon, experta en el tema, afirma: “Lo difícil en el mundo de los negocios, es poseer la habilidad interpersonal que no puede ser totalmente o permanentemente dominada: LA ASTUCIA POLÍTICA.”

Además del conocimiento, la experiencia y las competencias, existen tres claves para tener éxito dentro de las empresas de iniciativa privada:

1.    Manejo de la política
2.    Agilidad en el uso del poder
3.    Habilidad de influir en los demás

Hay dos tipos de política, la positiva y la negativa (disfuncional o “sucia”). 

Política negativa o disfuncional: No es una estrategia a largo plazo, funciona ocasionalmente pero a corto plazo, por que daña relaciones, destruye la productividad y afecta la moral y el clima organizacional. Se podría decir que esta forma de ser está quedando en el pasado, pues actualmente se prefieren y desean directivos y gerentes con inteligencia emocional. Se caracteriza por manipulación, visión ganar-perder, visión de hormiga, destruye, agresividad, busca adulación, hambre de poder, crea resentimiento.

Política positiva: Caracterizada por la colaboración,  visión ganar-ganar,  autenticidad,  visión completa, construye,  aprecia el reconocimiento,  ganar credibilidad,  honestidad y justicia, bienestar general,  productividad.

Beneficios del uso de la Política Positiva: Le ayuda a avanzar en su carrera y/o lo protege. Implica usar un enfoque más estratégico, ser más sensible, ampliar la visión a futuro, ser más observador, etc. Conociendo lo que le proporciona poder, usted podrá hacer mejor uso de éste, sin abusar: La posición que ocupa, la información a la cual tiene acceso, sus talentos, sus cualidades personales, su experiencia, su conocimiento, los recursos que controla y/o las relaciones que tiene y mantiene.

PARA SOBREVIVIR EN SU EMPRESA 

Escala del Estilo Personal de Política: Dependiendo de su estilo de política, preferirá un ambiente organizacional muy politizado o no. La sobrevivencia de su carrera depende que juegue el tipo de política que prevalezca en su organización.

Cuatro Escenarios de Política Organizacional (Según la Dra. Kathleen Reardon):

1. Mínima:
  • Atmósfera amigable
  • Conflictos poco usuales y breves
  • El éxito no se logra a costa de alguien más
  • Ausencia de subgrupos

2. Moderada:
  • Negación de que existe política
  • Da la impresión que se siguen las reglas
  • Conflictos usuales pero breves
  • Presencia de subgrupos

3. Alta:
  • Conflictos frecuentes y persistentes
  • Las sanciones se aplican solamente si son convenientes
  • Los subgrupos están claramente definidos
  • Lo importante es “a quien conoces y no lo que sabes”

4. Patológica:
  • Conflictos frecuentes, duraderos y persistentes
  • Las metas se logran dando la vuelta a los procedimientos formales
  • Todos desconfían de todos y se cuidan las espaldas

Síntomas de Política Disfuncional: Según la Dra. Reardon los siguientes signos, no necesariamente se presentan simultáneamente, pero considera que el que prevalezca uno de ellos, es suficiente para considerar que existe política  disfuncional:

1.    Excesivas alabanzas, elogios y adulación, junto  con abuso de los niveles jerárquicos inferiores.
2.    Insinuaciones, en lugar de comunicación directa.
3.    Chismes y puñaladas por la espalda.
4.    Indiferencia por parte de la dirección, sensación de que las personas no son valoradas, que son “desechables”.
5.    El que guía a los demás hacia el rumbo equivocado solo para verse bien él mismo.

¿Qué es el poder?

“Todos los grandes capitanes
han realizado asombrosas hazañas
 por que siguieron las reglas del arte –
ajustando sus esfuerzos a los obstáculos.”
Napoleon Bonaparte

Definición de poder: Es la habilidad para influir en los demás. El Poder es
  • Un Recurso para hacer que las cosas sucedan ante la resistencia
  • Un Medio para salir adelante
  • Una Recompensa por haber logrado que las cosas se hayan hecho.
Haga este sencillo ejercicio. Observe en su trabajo, ¿quiénes realmente tienen el poder formal e informal? ¿Quiénes solamente tienen el poder formal y quiénes tienen el poder informal?

¿Qué le proporciona poder?: La posición que ocupa, la información a la cual tiene acceso, sus talentos, sus cualidades personales, su experiencia, su conocimiento, los recursos que controla y/o las relaciones que tiene y mantiene.

Identifique en dónde radica su poder, úselo conscientemente para lograr su visión, sin luchas de poder, sin miedo, formando alianzas poderosas, para el bienestar de su organización, de la sociedad, del país, de la humanidad.

“Siempre hay lugar para un hombre de fuerza,
el cual hace lugar para muchos más.
La sociedad es una tropa de pensadores,
y las mejores cabezas
son las que ocupan los mejores lugares.”
 Poder, Waldo Emerson

Características de una Persona con Poder:  Credibilidad,  Respeto,  Congruencia y  Autoestima.

SU ÉXITO DEPENDE DE USTED, PERO TAMBIÉN DE OTRAS PERSONAS


HABILIDADES Y ESTRATEGIAS PARA MANEJAR LA POLÍTICA DENTRO DEL MUNDO CORPORATIVO 

A continuación mencionaremos algunas habilidades y estrategias para manejar la política en su organización de forma positiva, que le sirva de protección y para lograr sus metas de desarrollo profesional:

1. Formar Alianzas Estratégicas: Los aliados son las personas que brindan ayuda y apoyo, a veces, se convierten en amistades. Son quienes apoyan sus puntos de vista y su causa, le ayudan a resolver problemas, encontrar recursos o le presentan otras personas. Trate a todos como iguales, aunque ocupen posiciones superiores, son también empleados y personas como usted. Esté siempre dispuesto a ayudar y colaborar en algo. Nunca sabemos si una persona será más tarde un aliado, un amigo o un buen contacto cuando usted necesite ayude o pierda su empleo. Puede suceder que en el futuro, lo encuentre de su par, su jefe o se lo encuentre como presidente de una asociación profesional. La vida da muchas vueltas, use su visión a largo plazo. Gane la confianza de sus aliados. Mantenga sus relaciones profesionales, con sus jefes, los jefes de sus jefes y compañeros de trabajo. Solicite cartas de recomendación. Mantenga el contacto sincero con sus ex jefes y compañeros de trabajo. No los ignore y después solamente les llame para pedirles trabajo. Alíese, manteniendo la neutralidad, sin formar parte de gremios. Cuidado con la identificación como parte de un grupo, pues cuando hay recortes de personal, fusiones o llega un nuevo director, usted también puede salir. 
La clave es DAR.

2. Saber Comunicarse: La comunicación abierta es la base de las alianzas. Que le escuche y de su perspectiva de las cosas y usted escuche también qué necesita. Permita que fluya la información, así como las opiniones y el apoyo. Asegúrese que sea directa y franca, no se mezcle en chismes, manténgase neutral. Stephen Covey dice: “Escuche antes de ser escuchado.” Identifique lo que la persona realmente desea, ayúdele con preguntas que clarifiquen a fin de que esté seguro de lo que ella desea. No asuma, no fantasee y no se tome nada personal. Evite ser identificado con un solo grupo, habilidad o proyecto. Haga alianzas con personas diferentes de diversos niveles, pero no pierda el tiempo. No asuma, no fantasee. Publique sus nuevos proyectos. Pida consejo. Busque un mentor. Acepte la retroalimentación. Ofrézcase de voluntario en algún proyecto. La clave es ESCUCHAR.

3. Profesionalismo e Integridad: Es difícil definir qué es ser profesional, pero tiene que ver con la integridad, la cual se define a su vez, como el ser congruente entre lo que se piensa, se dice y se actúa, lo cual gana credibilidad y la confianza de las personas.

Definición de Profesionalismo: Competencia que se usa para ejecutar su actividad, que incluye procedimientos, estándares, valores y protocolos de cortesía al relacionarse con las personas en el trabajo. Es una ACTITUD y una FORMA DE SER

Definición de Integridad: Congruencia entre las palabras y los actos que inspira confianza y credibilidad. Es FUENTE Y EXPRESIÓN DE AUTOESTIMA.

Ser profesional implica cumplir con compromisos y ofrecimientos con eficiencia, competencia, calidad y en tiempo. Ser cortés con todas las personas, no importa su nivel jerárquico o socioeconómico. Incluye la apariencia, actuación, conducta, fijar límite, responsabilidad, puntualidad, disciplina, respeto a la confidencialidad, gramática, contestar llamadas y correos. Conlleva disponibilidad para colaborar, así como para compartir información y expertis, dar trato justo y respetuoso a todos, tratar asuntos impersonalmente, mantener la visión completa, fomentar el trabajo en equipo, satisfacer tanto a clientes internos como externos, así como el orden, limpieza y organización del  lugar de trabajo. La clave es: CONGRUENCIA.

4. Formular Objetivos Claros: Los objetivos sirven a dos cosas, la primera para saber para que estás, para determinar los objetivos con los cuales se medirán tus resultados, o para evaluar tu propio avance. Si no sabes qué se espera de ti, pregunta. Es la manera de enfocar los esfuerzos y los recursos hacia los resultados que se esperan de ti. La segunda es para establecer tu propio plan de carrera. La clave es ENFOCARSE.

Los objetivos deben ser:
S Específicos
M Medibles
A Alcanzables
R Relevantes
T Tiempo determinado

5. Tener una Visión y Tomar el Control del Desarrollo de su Carrera: Para lograr el crecimiento profesional que busca requiere que se responda a las siguientes preguntas: ¿Qué deseo lograr en mi carrera? ¿Hacia donde voy y qué pasos necesito tomar para lograrlo mi visión? El futuro de cada uno de nosotros depende de lo que hagamos y decidamos hoy. Nosotros creamos nuestra vida.

Determinar la visión es lo primero que hay que definir. Seguirá identificar los talentos y habilidades que se poseen, a fin de establecer las necesidades de desarrollo. Lo anterior permite determinar los objetivos y plasmarlos en un plan de acción realista y flexible que lleve a alcanzar la visión. La clave es: PLANEAR.

“Su visión se hará más clara
solamente cuando mire en su corazón;
Quien mira hacia afuera duerme,
Quien mira hacia dentro despierta.”

Carl Jung

6. Disminuir las Brechas: Desarrollo de Competencias Gerenciales.- La forma de conocer las brechas, es conociéndose. ¿Qué competencias posee y a qué nivel las domina? ¿Conoce cuáles competencias requiere su puesto y a qué nivel? Las brechas entre ambos perfiles (individual y del puesto) son sus necesidades de desarrollo. Su evaluación individual, obtenida ya sea por 360º, Assessment Center, DISC, MBTI, Human Side, Entrevista por Competencias o Conductual, etc. le proporcionarán una comparación entre sus fortalezas y sus áreas de mejora y los requerimientos del puesto. La clave es CONOCERSE.

Nathaniel Branden lo pone de esta manera:
  1. Para gestionar a los demás hay que saber gestionarse a sí mismo
  2. Para comprender las emociones y sentimientos de los demás hay que comprender los propios.
  3. Para inspirar integridad, hay que ejemplificarla en nuestra actuación.


Cómo lidiar con la política disfuncional (“sucia”)
  1. Mantenga a sus amigos cerca y a sus enemigos todavía más cerca.
  2. Tómese el tiempo de pensar las cosas y reconocer sus emociones, antes de responder.
  3. Documente lo que se habló en sus interacciones con la persona, y guarde correos, comunicados, etc. 
  4. Anote cuáles fueron sus ideas y cuáles de él/ella.
  5.  Envíe copias de estos documentos a alguien de su confianza, si es necesario.
  6.  No juegue su juego. Evite pasar tiempo a solas con esta persona, hágase acompañar de
  7. alguien.
  8. Solicite su opinión, hágale sentir que es valiosa para usted.
  9. Siga los procedimientos y trámites formales. Insista en seguir las reglas establecidas.
  10.  No se preste a realizar algo que le suene sospechoso. No acepte favores que no solicitó o que
  11. tengan un precio que pagar muy alto.
  12.  Si alguien le pide que realice algo poco ético, es muy probable que esa persona sea así en sus
  13. tratos con usted.
  14. Confronte la situación, no la evite.
  15. No ceda ante amenazas u otros tipos de manipulación.
Bibliografía:

  1. Blanchard, Kenneth. Cierre las Brechas, Norma 2002
  2. Bramson, Robert. What Your Boss Doesn´t Tell You Until It´s too Late. Simon & Schuster 1996
  3. Branden, Nathaniel. La Autoestima en el Trabajo, Paidós 1999
  4. Fuller, Robert. Somebodies and Nobodies, Overcoming the Abuse of Rank, New Society Publishers 2004
  5. Hawley, Casey. 100 Tactics for the Office Politics, Barrons 2001
  6. Reardon, Kathleen. The Secret Handshake, Doubleday 2001
  7. Simon, William and Simon, Rosemary, Office Politics for the Utterly Confused, McGraw-Hill 1999

4 de junio de 2025

CULPAR A LOS DEMÁS

Por Bertha Vasconcelos


Cuando alguien te culpe de su conducta ...no le creas




Culpar a los demás de nuestros errores es desviar nuestra responsabilidad a esas personas porque la madurez implica asumir las consecuencias de nuestra conducta y decisiones, por lo que tampoco es válido culpabilizar a otros de nuestras emociones y reacciones.

Por ejemplo, cuando decimos: “Me haces enojar,” a pesar de ser una expresión muy común, es incorrecta. Para tomar la responsabilidad de nuestras emociones, a cambio podríamos decir: “Cuando no sacas la basura, me enojo” o “Me molesto cuando te quedas callada.” Esto quiere decir que nadie puede hacerte sentir una emoción si tu no quieres, ni nadie es capaz de sentir una emoción por otra persona. Cuando nos enojamos es nuestro enojo, así como cuando alguien se irrita es su enojo y de nadie más.

Para tomar la responsabilidad de nuestros sentimientos y pensamientos, es necesario hablar en primera persona, como cuando usamos expresiones como: “Se siente tristeza”, en lugar de decir: “Siento tristeza.”

Siempre tenemos la libertad de elegir cómo queremos sentirnos. Nadie es responsable de nuestras reacciones, pensamientos, sentimientos, emociones, decisiones o comportamiento, tanto como no somos responsables de las reacciones, pensamientos, sentimientos, emociones, decisiones o comportamiento de los demás. Aunque tampoco se espera que una persona le diga a un ser querido que sus emociones no son su problema o que no le importa su opinión.  

Puede suceder que una persona se molestó por algo que dijimos sin la intención de molestar, inclusive nos puede sorprender su enojo o rencor. Nosotros NO somos responsables de su reacción, pero SI somos responsables de nuestra reacción a su molestia (reacción), tal vez podríamos ofrecer una disculpa para restaurar la comunicación con esa persona y no iniciar una discusión que no lleve a ningún lugar. Para ello necesitamos empezar por no culpar a esa persona por sentirnos ofendidos, lo que ayudará a evitar resentimientos. No me refiero a que las emociones deban reprimirse, de ninguna manera deberán ser ignoradas o enterradas porque esto provoca desgaste en las relaciones, y a la larga podría causar enfermedades, rupturas que pudieron evitarse. Si somos inteligentes emocionalmente, reconoceremos y validaremos las emociones propias, pero también las emociones de los demás, lo cual se logra a través del autoconocimiento y la autocomprensión, y hacia los demás, será necesario ser empáticos.

Cuando las personas tomamos responsabilidad de nuestras emociones, decisiones y conducta, nuestras relaciones serán más fáciles y saludables.

Foto de Vera Arsic

Culpar es una distorsión del pensamiento

Las distorsiones cognitivas o del pensamiento son maneras erróneas de procesar la información. Todos presentamos alguno o varios tipos de distorsión cognitiva, por lo que identificarlas nos ayudará a pensar, actuar y tomar decisiones más objetivas. Algunas de las distorsiones del pensamiento son etiquetar, sobregeneralizar, adivinar, suponer, catastrofizar, minimizar, la culpabilidad, falacia de control, falacia de cambio, entre otras. A continuación presento la explicación de las relacionadas con culpar o hacer responsable a lo externo:

  • Culpabilidad: Culparse a sí mismo de algo que no es de nuestra entera responsabilidad, o bien, culpar a otras personas sin tomar en cuenta el grado en que nuestras propias actitudes y conductas contribuyen al problema. Ejemplos: "Yo tengo la culpa de que me insultara."  "Mi mamá tiene la culpa."
  • Falacia de Control: Creer que uno tiene el total control o responsabilidad de las situaciones, o  pensar que uno no tiene ningún control y no puede hacer nada al respecto. Ejemplos: “Yo no lo maté, pero soy responsable.” “Yo soy así y no hay nada que pueda hacer.”
  • Falacia de Cambio: En situaciones problemáticas pensar que no podemos hacer nada a menos que la otra persona o las circunstancias cambien. Estamos dejando la responsabilidad de nuestro actuar afuera. Ejemplos: "Cuando mejore la economía, encontraré trabajo." "Cuando mi pareja reconozca su error, lo perdonaré."

Siempre podemos elegir la actitud o postura que deseemos tomar ante las diversas circunstancias de la vida.

Culpar a los demás es victimizarse

Todas las personas nos sentimos víctimas ante la adversidad. Está bien sentirse víctima, pero no por demasiado tiempo, necesitamos sobreponernos y tomar responsabilidad de nuestra actitud ante las circunstancias. De nosotros depende cómo afrontar los reveses que la vida nos presenta.

Dejar de victimizarse es similar a un animal que ha sido herido. Cae al suelo, evalúa el grado de gravedad del daño recibido, lame sus heridas hasta sanar para así poder levantarse y caminar de nuevo. La vida en ocasiones nos manda situaciones o eventos que nos tira al suelo, y poco a poco nos vamos levantando hasta sobreponernos a los golpes recibidos.

Todos tenemos libertad de elegir. Nadie nos obliga a tomar nuestras decisiones, aunque en ocasiones, nos sentimos tentados a culpar a los demás. Por ejemplo, cuando los hijos adultos acusan a sus padres de sentirse miserables porque fueron demasiado autoritarios o demasiado permisivos, o bien, cuando los jóvenes estudiantes culpan a los maestros de su falta de atención en la clase o de sus calificaciones bajas, porque dicen que no le agradan al profesor, que no supo mantener su atención o cualquier otro pretexto.

Es recomendable no victimizarse y ser responsable, lo que significa asumir las consecuencias de las decisiones propias. Responsabilizarnos nos permite recuperar nuestro poder personal para dejar de ser víctimas de las circunstancias. 

Creencias erróneas relacionadas con culpar a los demás

El Dr. Albert Ellis identificó tres creencias irracionales básicas que tenemos los seres humanos respecto de sí mismo, de los demás y del mundo, que en su opinión originan los trastornos emocionales:

1. Necesito ser capaz y ser aprobado por los demás.

2. Las personas deben actuar de manera considerada y justa hacia mi, y si no actúan así, deben ser castigadas.

3. La vida no debe tener complicaciones y el mundo es un lugar en donde es difícil vivir.

Estas creencias colocan nuestro poder personal afuera de nosotros cuando somos nosotros mismos quienes nos debíamos dar el auto respeto, aprobación, reconocimiento y trato justo, para no esperarlos de los demás. Debido a estas creencias, un ataque o una ofensa recibida detona el impulso de culpar, vengarse y castigar. Si este impulso negativo no encuentra salida con una victoria, perdonar a la persona o a través de la expresión adecuada de la emociones, se convierte en resentimiento al sentirse impotente de responder. 

Culpar al mundo de nuestra infelicidad nos despoja de nuestro poder. La vida es como es, no como queremos que sea. Albert Ellis dijo: “Los problemas y la infelicidad de la humanidad se deben a dos palabras: ¡Es horrible!” Mi papá decía sabiamente: “Así es la vida y la vida es así.” 

Foto de Mikael Duran

Comportamientos por los que no se debe responsabilizar a los demás:

  • Ser infeliz
  • Consumir drogas, alcohol, etc.
  • Mentir
  • Robar
  • Ser infiel
  • No hacer las tareas escolares, no estudiar para los exámenes
  • Cometer crímenes, delitos
  • Ser grosero, hostil
  • Etc.

Las conductas anteriores son decisiones que toman las personas porque no han encontrado la manera de enfrentar los problemas en su vida y/o no miden las consecuencias a mediano o largo plazo. Asumir la responsabilidad propia, permite hacer algo al respecto para cambiar, reparar el daño, rehabilitarse o reencaminar la vida.

Los padres y madres no debían sentirse culpables por:

  • Las peleas entre los hermanos
  • Enfermedades ni padecimientos de sus hijos 
  • Identidad de género, orientación sexual de sus hijos
  • Conductas impredecibles de sus hijos adultos
  • Decisiones o elecciones equivocadas

Foto de José P. Ortiz

No se debe culpar a las víctimas/sobrevivientes de:

  • Desastres naturales
  • Fraudes, estafas, robos
  • Secuestro
  • Tráfico/Trata de personas
  • Todo tipo de violencia
  • Abuso de menores
  • Homicidio
  • Difamación
  • Violación
  • Otros delitos (delitos intimidad, dolo y mala fe, etc).

Algunas personas externas y cercanas a las víctimas paradójicamente tienden a culparlas de manera automática. Los pensamientos o comentarios más comunes son: “En que estaría metido,” “Cómo no se dio cuenta antes,” “Por qué se dejó,” “No es muy inteligente,” “Por qué no le dijo a sus papás” 

A esto se le llama re-victimizar, que significa hacer que el perjudicado se convierta nuevamente en víctima debido a la incomprensión de la sociedad y las fallas del sistema jurídico, además ocasiona que la víctima reviva la experiencia traumática y asuma nuevamente el papel de víctima.

En conclusión, hacernos responsable de las situaciones que podemos controlar da sentido, sin embargo, es aconsejable no sentirse responsable por las situaciones que no se pueden cambiar. Además es fundamental devolver su responsabilidad a las demás personas para no aceptar ni cargar con culpas que no son nuestras. 

Todos podemos aprender a ser responsables y dejar de buscar culpables en nuestras relaciones interpersonales. A eso se le llama madurar.



Serie recomendada:

Intimidad

Bibliografía

1.    Bertha Vasconcelos. Manejo de emociones en las mujeres. Editorial Trillas

2.    https://psicologiacoaching.blogspot.com/2009/11/recupere-su-poder-personal.html

3.    https://psicologiacoaching.blogspot.com/2009/11/como-recuperar-su-poder-personal.html

 

13 de marzo de 2025

EL CAMBIO REQUERIDO PRIMERO ES INTERNO

Por Bertha Vasconcelos





Todas las personas desean gozar de bienestar y en ocasiones renovar su vida, sin embargo, para poder disfrutar de ello es imprescindible cambiar algo de nosotros mismos en lugar de esperar que los demás o las cosas externas cambien. Además, es necesario vaciarse de lo inútil e inservible para poder recibir lo nuevo. Por ejemplo, podríamos desechar nuestro apego a lo material, al dinero y al pesimismo, así como nuestra intolerancia hacia los demás o el aceptar maltrato de cualquier tipo. Significa soltar el afán compulsivo de ser perfeccionistas con el que continuamente nos torturamos a nosotros mismos y ofendemos a los demás. O, tal vez deshacernos de los viejos resentimientos que nos corroen y de los amargos recuerdos que nos atan a un pasado tortuoso. De nada nos sirve ya la compulsión de controlar, es decir, desear cambiar a los demás, esperar que sean diferentes y que se comporten o nos traten como nosotros deseamos. Quizá podamos desprendernos del egoísmo, de la frialdad o la amargura. Es imposible siquiera el imaginar vivir cosas nuevas si nos negamos a eliminar lo que resulta obsoleto. No podemos seguir siendo los mismos y vivir la vida de la misma manera si deseamos una vida diferente; persistir en esa idea nos impedirá alcanzar la anhelada realidad.  

Si reconocemos que todas las personas poseen sabiduría, que tienen derecho a equivocarse por que son tan humanos como nosotros mismos, comenzamos a aceptar que su verdad también es válida y expulsamos la soberbia de sentirnos mejor que los otros o creer saber lo que es mejor para ellos. Si lo analizamos bien, nadie es mejor que otro, por que todos estamos aquí para aprender diferentes cosas, por eso tu vida y la forma de vivirla es distinta a la de todos los demás seres humanos. Cada uno de nosotros vino a vivir una experiencia única y propia, por eso no podemos juzgar ni criticar a nadie por que no conocemos su historia personal (aunque arrogantemente pensemos que si).

Si logramos cambiar cómo vemos y qué vemos en el mundo y en las personas que nos rodean, nuestra realidad cambiaría. Así que, si elegimos describir al mundo, a nuestra pareja o a nuestros padres en términos más positivos, creamos nuestra realidad más acorde a lo que elegimos ver. Los seres humanos buscamos darle sentido a nuestras vidas a través de las historias culturales que hemos escuchado o las historias  que nos contamos a nosotros mismos. Nuestras propias experiencias cobran sentido cuando tejemos una historia que nos permita llegar a una congruencia de nosotros mismos y del mundo en el que vivimos. Recordemos que el contexto cultural y social donde crecimos o vivimos moldea nuestra forma de pensar. Tom Andersen escribió: “Cada evento recordado es una historia, ya sea personal, contada o escuchada. Nos decimos historias de la vida, y vivimos de acuerdo a esas historias… así es la vida humana.”

También valdría la pena buscar las creencias irracionales que crean y mantienen nuestros problemas o nuestras conductas problemáticas, así como el cuestionarnos de dónde vienen y qué procesos sociales o culturales entraron en juego para tener precisamente esas creencias y no otras. Según Albert Ellis, las creencias irracionales se originan cuando nuestros deseos y preferencias se intensifican al grado de convertirse en demandas o exigencias, es decir, que en lugar de desear algo, pensamos que debemos tenerlo. Nuestras creencias producen pensamientos, que a su vez derivan en emociones, positivas o negativas. Cuando cambiamos las interpretaciones  que damos a las cosas, iniciamos el proceso de cambio. Por ejemplo, si una persona que amamos olvida nuestro cumpleaños, no es el olvido en sí mismo sino las creencias que tenemos acerca de ese olvido lo que nos hace sentir enojados o deprimidos. Para que una experiencia deje de repetirse una y otra vez, es necesario cambiar el significado o la interpretación que hacemos de la misma. En alguna ocasión escuché una frase que me pareció muy atinada: “Yo cambio y todo cambia.” Es tiempo de que soltemos la necedad que lo demás es lo que debe cambiar para que seamos felices.  

Es necesario transformar las relaciones que nos lanzan a revivir una y otra vez los viejos patrones de conducta, como decir si cuando deseamos decir no, o aceptar versiones de otros que aniquilan al verdadero ser junto con sus talentos. Tenemos el poder de crear la vida que deseamos en nuestras manos. Recuperemos nuestra autoeficacia, entendida como la capacidad de ejercer control sobre nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, para aprender de los demás, para planear estrategias, para regular nuestro comportamiento y ser partícipes de la autorreflexión. La autoeficacia permite que cambiemos nuestra conducta.   


A fin de crear una nueva realidad, necesitamos cambiar la historia que nos hemos contado y la que nos hemos creído de nosotros mismos, de los demás y de la vida. La verdad no existe independientemente de la mente humana, y aunque el mundo está ahí, lo que construye nuestra realidad son todas aquellas descripciones e interpretaciones que hacemos los seres humanos de nuestro mundo, las cuales emergen continuamente de nuestras interacciones con otras personas. Es así como podremos moldear y cambiar la sociedad a la cual pertenecemos.

Para aprovechar las oportunidades, es indispensable cambiar nuestra percepción de los demás y de nosotros mismos. Para terminar, les dejo unas preguntas para reflexionar en aquellos momentos durante los cuales sueñan y establecen sus objetivos: ¿Me veo como un ser talentoso y capaz? ¿Reconozco que tengo el poder de cambiar mi vida sin desear cambiar a los demás? ¿Soy capaz de ver el potencial y talentos de los demás, sin disminuirlos? ¿Qué necesito cambiar en mi mismo? ¿Puedo ser más tolerante, paciente o respetuoso con los demás? ¿Estoy listo para cambiar mi realidad y mi mundo? ¿Comprendo que para que mi realidad cambie necesito cambiar yo primero? ¿He perdonado a todos y a mi mismo? ¿Me amo y amo a los seres humanos, aunque ellos no me amen?

¡Deseo que te atrevas a crear la vida que deseas y mereces gozar!