Por Bertha Vasconcelos Un día te das cuenta que ya no encajas en los círculos sociales que antes frecuentabas. Tal vez te has dado cuenta que eres muy diferente al resto de los miembros de tu familia de origen. Estás dejando a la persona que eras, porque te has encontrado a ti mismo. Es tiempo de devolver las creencias y programaciones que no son tuyas a cada uno de sus dueños - madre, padre, abuelos, tíos, maestros. Vives duelos por la pérdida de ideas que introyectaste, que tragaste sin asimilar. Ideas con las que creciste, con las que te alimentaste por muchos años. Hoy te liberas. Al fin te conviertes en ti mismo, en el ser que realmente eres. Estás al inicio de una nueva vida, y no sabes hacia donde ir. Hay tantas opciones. Ante ti se ofrece un panorama tan vasto que se te dificulta elegir un camino. Sin embargo, te sientes libre, liberado. Ya no cargas con basura, con fango ni lamento ajeno. Dolió, pero has crecido. Todo es tan nuevo. Las nuevas circunstancias te exigen ...