ADIOS AL AÑO VIEJO Y BIENVENIDA AL AÑO NUEVO
Por Bertha Vasconcelos
A principios de año muchos de nosotros ya nos encontrábamos en procesos importantes de duelo, cambio, crecimiento o transición. Nuevamente se cierra un año más, para dar el paso a un nuevo año con nuevas oportunidades y comienzos.
En estas fechas sirve tomarse un tiempo a solas para reflexionar a profundidad sobre las lecciones que este año nos dejó. Se me ocurren algunos ejemplos:
- Aprender a ser resiliente, a levantarse una y otra vez.
- Desarrollar la capacidad y humildad para adaptarse a los cambios y exploramos nuevas maneras de buscar nuestra felicidad.
- Aprender a posponer la gratificación inmediata de los deseos.
- Valorar más la salud y todo lo que tenemos.
- Apreciar mejor el valor del dinero y nuestro esfuerzo honesto para conseguirlo.
- Darse cuenta de las personas que realmente nos aman y estiman.
- Tragarse el ego para pedir ayuda cuando la necesitamos o si alguien más la necesitaba.
- Reconocer con humildad nuestras áreas de oportunidad para trabajar a partir de ahora mismo.
- Repasar nuestra vida, nuestras acciones y forma de relacionarnos con los demás.
- Perdonar a los que nos han hecho daño aunque nunca volvamos a verlos
- Nos conocimos mejor a nosotros mismos y a los demás, con virtudes y sombra para aceptar nuestra naturaleza humana y dejar de juzgar.
- Aprender a tolerar mejor la frustración con nuestros seres queridos y en nuestros empleos. Y si no, nos cambiamos de trabajo o ya estamos planeando una búsqueda de trabajo.
- Adoptar nuevos hábitos de autocuidado.
- Conocer personas con quienes coincidimos en valores.
- Retomamos actividades que nos causan verdadero placer y satisfacción.
- Tuvimos mejor enfoque o reenfocamos nuestro rumbo laboral o profesional.
- Nos surgieron nuevas ideas y proyectos para realizar el año próximo.
- Sanamos y cerramos temas pendientes.
- Aportamos dinero, tiempo y/o ayuda al necesitado.
- Perdimos el miedo a nuestras emociones para reconocerlas como parte del ser HUMANO.
- Compartimos y valoramos los bellos momentos con los seres amados.
- Aprendimos que la vida no lleva prisa y que el estrés auto causado nos puede enfermar.
- Aprendimos a poner límites y responsabilizarnos únicamente por nosotros mismos.
- Aprendimos compasión y empatía, a pensar en los demás y dejar de ser indiferentes.
Me encantaría que hagas tu propia lista y la mantengas a la vista para que recuerdes lo que aprendiste este año de tanto crecimiento. Te dará una sensación de logro importante.
Te deseo sinceramente un cierre de año
en paz y amor con tus seres más queridos, en físico y en espíritu. Que los
retos del 2025 se hayan convertido en lecciones permanentes para que seas una
mejor persona y trasciendas realizando tu Ser y ayudes a tu prójimo en lo que
puedas. Y que el 2026 te colme de dones y capacidades para tener un proyecto de
vida de trascendencia para un mundo que te necesita cada día más.



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