Por Bertha García VasconcelosHace un año y medio tuve la oportunidad de asistir a un Congreso Internacional de Psicología y escuchar al Dr. Robert Massey, autor del libro “Perdón, Reconciliación, Paz: Bases Socio-Psicológicas,” y de cuya exposición presento algunos conceptos importantes acerca del tema.
Todos los humanos hemos vivido experiencias traumáticas en nuestras relaciones interpersonales, que en el mejor de los casos, a la larga nos impulsan a sentir la necesidad de perdonar, y en otras, de reconciliarnos también.
El perdón es un proceso universal por que toda interacción humana incluye dos aspectos, de acuerdo al Dr. Massey:
1) Cooperación, confianza, satisfacción, justicia, balance en las necesidades mutuas
2) Daño, conflicto, desconfianza, injusticia, desequilibrio en las necesidades mutuas.
El Dr. Massey afirma que el perdón y la reconciliación son procesos esenciales de la vida cotidiana para mantener nuestras relaciones. Según su investigación, el perdón está conceptualizado como un proceso psicológico, mientras que la reconciliación es un fenómeno interpersonal que se da entre dos individuos. La paz emerge entre grupos.
Por lo tanto, la violencia y el daño interpersonal requerirán del perdón, reconciliación y hacer la paz, si han de restaurarse el balance en las necesidades, confianza y justicia dentro de las relaciones interpersonales. El diálogo es un recurso para construir, conservar y reparar las relaciones. David Bohm diferencia el diálogo de la discusión, por que el primero permite que emerja una nueva comprensión a diferencia del segundo.
Así es importante saber que las personas que aun están traumatizadas por algún evento, les será más difícil perdonar que otras, por lo que podrán hacerlo cuando la herida comience a cerrar.
Para el Dr. Massey los objetivos del perdón son sanar el daño, superar la hostilidad y/o establecer cooperación. La reconciliación busca reestablecer la seguridad en las relaciones, calmarse, moverse hacia delante y reenfoca la atención y energía en las personas.
Según el Dr. Worthington, autor del “Manual del Perdón,” hay dos tipos de perdón: El decisional y el emocional. El primero involucra la intención voluntaria de modificar la conducta hacia el ofensor, y el segundo, los sentimientos adversos que se sienten hacia éste se transforman a fin de dirigirle emociones positivas.
Hay cosas que no podemos entender, pero que nos suceden y no hay nada que hacer. No es fácil perdonar, definitivamente no lo es, cuando hemos sido abusados, maltratados, traicionados, engañados, estafados o golpeados. Sin embargo, sí es posible y es lo más sano por nuestro propio bienestar emocional y físico. Perdonar a nuestro ofensor requiere voluntad, valentía y amor a uno mismo. El amor ayuda a perdonar, aunque el resentimiento puede ser mayor cuando existe mucho amor, como es el caso de padres e hijos, o entre parejas. Pero, cuando se acaba una relación, ambas partes pueden sacar lo peor de cada una y resquebrajar permanentemente la relación que se tenía. Sin embargo, el rencor puede alargar la amargura y la falta de paz interna hasta que se tome la valiente decisión de perdonar, y soltar los recuerdos y emociones lastimeras.
En muchas ocasiones, es esencial perdonarse a sí mismo por haber permitido el abuso o no haber sabido defenderse, por haber actuado de manera inapropiada o no haber sabido manejar la situación de una manera más efectiva, o simplemente por haber sido desleal con uno mismo, por no aceptarse incondicionalmente o no valorarse.
Para perdonar, el primer paso consiste en descubrir nuestras creencias acerca del perdón y la situación específica. Responde a las preguntas siguientes para que identifiques las creencias que te impiden perdonarte o perdonar a otro:
1. ¿Puedes perdonarte?
2. ¿Qué ganas con perdonarte?
3. ¿Qué pierdes con perdonarte?
4. ¿Qué significa perdonar a alguien?
5. ¿Por qué te es difícil perdonarle?
6. ¿Qué beneficios obtienes del no perdonarle?
7. ¿Cómo te sentirías si le perdonas?
8. Si perdonas a la persona que te ha hecho la vida miserable, ¿qué crees que sucedería?
9. ¿Cuáles son las ventajas de perdonar y cuáles sus desventajas?
Al final, cuando se ha logrado perdonar a uno mismo y/o a otros, el resultado será la liberación y paz interior.
Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos. Ud. puede compartir este artículo siempre y cuando le de crédito a la autora.
Lecturas recomendadas:
1. Cómo Perdonar Cuando No Sabes Cómo Hacerlo. Jacquie Bishop & Mary Grunte. Sirio.
2. Perdonar. Robin Casarjian. Urano.
3. Inspiración. Wayne Dyer.
Hay cosas que no podemos entender, pero que nos suceden y no hay nada que hacer. No es fácil perdonar, definitivamente no lo es, cuando hemos sido abusados, maltratados, traicionados, engañados, estafados o golpeados. Sin embargo, sí es posible y es lo más sano por nuestro propio bienestar emocional y físico. Perdonar a nuestro ofensor requiere voluntad, valentía y amor a uno mismo. El amor ayuda a perdonar, aunque el resentimiento puede ser mayor cuando existe mucho amor, como es el caso de padres e hijos, o entre parejas. Pero, cuando se acaba una relación, ambas partes pueden sacar lo peor de cada una y resquebrajar permanentemente la relación que se tenía. Sin embargo, el rencor puede alargar la amargura y la falta de paz interna hasta que se tome la valiente decisión de perdonar, y soltar los recuerdos y emociones lastimeras.
En muchas ocasiones, es esencial perdonarse a sí mismo por haber permitido el abuso o no haber sabido defenderse, por haber actuado de manera inapropiada o no haber sabido manejar la situación de una manera más efectiva, o simplemente por haber sido desleal con uno mismo, por no aceptarse incondicionalmente o no valorarse.
Para perdonar, el primer paso consiste en descubrir nuestras creencias acerca del perdón y la situación específica. Responde a las preguntas siguientes para que identifiques las creencias que te impiden perdonarte o perdonar a otro:
1. ¿Puedes perdonarte?
2. ¿Qué ganas con perdonarte?
3. ¿Qué pierdes con perdonarte?
4. ¿Qué significa perdonar a alguien?
5. ¿Por qué te es difícil perdonarle?
6. ¿Qué beneficios obtienes del no perdonarle?
7. ¿Cómo te sentirías si le perdonas?
8. Si perdonas a la persona que te ha hecho la vida miserable, ¿qué crees que sucedería?
9. ¿Cuáles son las ventajas de perdonar y cuáles sus desventajas?
Al final, cuando se ha logrado perdonar a uno mismo y/o a otros, el resultado será la liberación y paz interior.
Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos. Ud. puede compartir este artículo siempre y cuando le de crédito a la autora.
Lecturas recomendadas:
1. Cómo Perdonar Cuando No Sabes Cómo Hacerlo. Jacquie Bishop & Mary Grunte. Sirio.
2. Perdonar. Robin Casarjian. Urano.
3. Inspiración. Wayne Dyer.
4. Sobre el Diálogo. David Bohm. Kairós.
Imagen: Puerto Morelos, Quintana Roo
Imagen: Puerto Morelos, Quintana Roo
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