9 de marzo de 2020

LOS MEDIOS DE COMUNICACION Y SU ROL PARA DIVULGAR EL SEXISMO Y LA VIOLENCIA


Este artículo es un extracto de mi trabajo final del curso que tomé sobre Género y Masculinidades.
Pido al lector lea este artículo desde esa perspectiva, así como desde la intolerancia a la violencia porque ésta es mi intención al reescribirlo y publicarlo en este blog.


Por Bertha García Vasconcelos 


El patriarcado y sus efectos en la sociedad

La narrativa dominante representa la ideología prevaleciente que incluye normas populares, valores y creencias, tan persuasivos dentro de la comunidad que son tomadas de manera literal por las personas acerca de cómo deben vivir la vida. El discurso hegemónico actual, el patriarcado, ha dominado la conducta del mundo entero el cual ha colocado en posiciones ventajosas a algunos grupos y a otros los pone en desventaja.

Los medios de comunicación

Los medios, principalmente la televisión, son el parámetro más generalizado y utilizado de los símbolos de la vida de las personas, por lo que se convierte en un modelador del comportamiento humano. Desde que la televisión apareció en el siglo XX, los medios de comunicación han ejercido una influencia cada vez más poderosa para manipular a las masas, crear necesidades ficticias mediante la publicidad y la moda, establecer narrativas sociales y de roles de género, inculcar hábitos, conductas y hasta valores culturales, así como divulgar mensajes machistas, sexistas y de violencia. Definitivamente su influencia se ha dejado sentir en el siglo XXI, con las publicaciones, programas y películas donde se continúa degradando el cuerpo de la mujer, reducen su rol al ser ama de casa y/o se promueve la violencia.

El Sexismo

La sexualización de la mujer a través de los medios de comunicación, cada vez es más evidente, difundida y ofensiva. El valor de la mujer se enfatiza por su atractivo o conducta sexual y se convierte en objeto para el uso sexual de otros en todos los medios donde se muestran innumerables imágenes de niñas y mujeres en una manera sexual, quienes revelan partes de sus cuerpos, y toman posturas y expresiones faciales sexualizadas. La pornografía se ha extendido a terrenos insospechados, propiciando una trata incontrolable de personas, o como sucede en México, donde las niñas de la Sierra de Puebla, Chiapas y Guerrero son vendidas por sus propios padres al crimen organizado.

Figuras como Angelina Jolie y Lady Gaga han sido “fabricadas” en Hollywood para convertirse en los modelos de femineidad a seguir por las niñas a través de los medios, que han provocado que durante años las mujeres se esfuercen por mantenerse “bellas”, se pongan a dieta eternamente y destinen enormes cantidades de dinero para el nutriólogo, cirujano plástico, cuidado del cabello, maquillaje y el vestir a la moda. Los esfuerzos para cumplir expectativas tan altas de la sociedad se reflejan en la falta de aceptación de sus cuerpos y de quien realmente son.

La violencia


Michael Moore, en su película “La Masacre de Columbine” (2002) delata las prácticas de los medios y otras organizaciones que impactan afectivamente a la sociedad y favorecen la violencia, como es el aumento de la cobertura de noticias con imágenes de contenido violento, que al fomentar una cultura de temor, en forma paradójica se ha incrementado la venta de armas y municiones mientras los índices de criminalidad disminuyen.

Periodistas y escritores oportunistas que se enriquecen a costa del dolor de otros existen en nuestra civilización, lo que no es válido es que los lectores compren y se crean historias irracionales llenas de maldad. Muchos medios de comunicación perciben rápidamente cuando un asunto cobra interés para el púbico, y a fin de generar utilidades pueden alterar el discurso al seleccionar las noticias que buscará el público. Ahora se sabe que enfatizar la violencia a través de las noticias genera mayor violencia.

¿Qué podemos hacer?

Es necesario deconstruir las narrativas dominantes que mantienen y apoyan los efectos negativos del patriarcado en las vidas de los personas. Los contenidos de los medios han de modificarse para crear una cultura de equidad de género y libre de violencia. Necesitamos denunciar y quejarnos de los medios ante organizaciones creadas expresamente, para que modifiquen sus contenidos sexistas y violentos. Una civilización no puede realmente progresar cuando en sus entrañas existe la violencia, opresión y discriminación hacia uno de sus principales componentes, el que se encarga de perpetuar el género humano. Es necesario empoderar a la mujer, ayudándole a mejorar su autoconcepto y autoestima al comprender que su valor como persona no depende de lo externo a su ser.

El abuso y la violencia es una historia que ha predominado en nuestra civilización por siglos, por lo que ha llegado el momento de denunciarlos, rechazarlos y erradicarlos, a fin de que la humanidad comience un camino de verdadera evolución.

Es tiempo de buscar las maneras de provocar cambios profundos en las perspectivas de las mujeres y los hombres, a fin de liberarnos de discursos hegemónicos culturales que nos desagradan. ¿Podremos cambiar las narrativas repetitivas de violencia que embargan a la humanidad? El camino por recorrer es largo, pero mucho dependerá de las nuevas historias que cada uno de nosotros desarrolle en los próximos años, para cambiar los discursos dominantes de violencia y sexismo que prevalecen en la sociedad. Podemos dar a luz a nuevas historias de esperanza, paz, justicia e igualdad de género.

Por Bertha Vasconcelos

1 comentario:

Eli Gutiérrez dijo...

Maravilloso el artículo. Necesitamos ayudarnos entre nosotras a no seguir creyendo todo lo elaborado por los medios. Aceptar nuestro cuerpo tal como es. Gracias.