25 de abril de 2012

¿NO SABE LO QUE QUIERE?

Bertha Vasconcelos@

¿Se ha dado cuenta que las personas cambiamos de opinión con bastante facilidad? Nada más recuerde a una persona que esta semana le dijo una cosa y la semana antepasada le dijo otra. También ponemos múltiples pretextos para no hacer algo que en el pasado dijimos queríamos hacer. Cambiamos de parecer, sobre todo cuando nos ofrecen vías de solución, como si dijéramos: “Pues… siempre no.” Ayer prometimos amar a una persona y a lo largo de los años o algunos meses, ya no la amamos. Nos encantaba nuestro trabajo y después ya no nos gustó tanto.

Efectivamente, aunque pareciera que sí sabemos qué queremos, con bastante frecuencia no sabemos realmente qué queremos. Debido a que los seres humanos cambiamos y crecemos, aunado a que existen tantas opciones, alternativas, servicios, productos, cursos, etc., que se nos hace difícil elegir, sobre todo, cuando se trata de nuestro crecimiento o nuestra sanación emocional. Pero no importa, no se preocupe, por lo que he visto, vivido y leído le aseguro que nos puede pasar a cualquiera de nosotros. Es parte del ser humano. No se sienta mal por ello. No tenemos por qué saber a ciencia cierta qué queremos en todas las áreas de nuestra vida; afortunadamente no somos perfectos. A veces sabemos a veces no. ¡Qué aburrido eso sería!

Una manera fácil de saber qué queremos es enlistar primero qué no queremos. Una vez que tiene su lista en una columna de lado izquierdo, escriba de lado derecho lo que sí quiere. Hace varios años cuando era Gerente de Recursos Humanos y renuncié a trabajar como empleada dentro del mundo corporativo, dudaba en decidir a qué me dedicaría en el futuro, así que empecé por escribir lo que no quería en mi trabajo futuro. Supongamos que mi lista dijera lo siguiente que ofrezco como ejemplo:


El resultado de este análisis me llevó a concluir que mi trabajo ideal tenía que estar relacionado con la identificación y desarrollo de talentos, maximizar el potencial, favorecer el aprendizaje, crecimiento y bienestar de las personas. De esta forma no me fue difícil darme cuenta que mi actividad profesional se dirigía a la identificación y desarrollo de talento, por lo que el coaching, la psicoterapia, transmisión de conocimiento y escribir eran mi nueva vocación. Una vez que decidí lo que quería, las cosas se fueron dando fácilmente.

Usted puede realizar este mismo proceso para determinar qué quiere de una relación de pareja, cómo quiere su nueva casa o cualquier tema que aun no tenga claro y específico.

Es importante decidir, elegir y definir lo que queremos, con el objeto de enfocar nuestra atención y concentrar nuestra energía en conseguir nuestras metas. Así es como llegarán las personas que le ayudarán y los recursos e ideas que requiere para conseguir sus objetivos. El estar disperso es igual a no saber qué quiere porque atrasará la realización de sus sueños. Necesita tomar una decisión para realmente enfocarse en su meta y auto-dirigirse hacia su objetivo con constancia. Además, para algunos que lo han corroborado, una vez que decide qué sí quiere el Universo “conspirará” a su favor.

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