30 de agosto de 2022

¿ENAMORADO DEL AMOR?

Bertha Vasconcelos
www.berthavasconcelos.com



Se me ocurrió hablar sobre este tema porque es más común de lo que imaginamos. No solo adolescentes y jóvenes están enamorados del amor, sino adultos y los mayores perpetúan este estado. Como humanidad necesitamos aprender más acerca del amor, y no solamente del amor romántico, sino del amor universal, pero ese es tema de otro artículo. Tan fascinante es el tema que poetas, escritores, investigadores, psicólogos, psiquiatras, guionistas, etc. han hablado y ahondado en éste incontables ocasiones. Estarán de acuerdo conmigo que el amor y el dinero han movido al mundo desde tiempos inmemoriales.

Estamos en el siglo XXI y es un tiempo en el cual es indispensable elegir adecuadamente a una pareja, así como aprender a amar sin controlar ni desear cambiar al otro. 

Cuando leas lo siguiente te sorprenderás, pero también te explicarás muchas cosas. James Hollis, autor del libro The Eden Project -In Search of the Magical Other, desde una interesante perspectiva jungiana, establece que buscar el amor de pareja implica sentir fascinación por el Otro. Una idea afectiva inunda y posee nuestra conciencia, por ello cuando uno se enamora se obsesiona con el Otro. El motivo es recuperar el paraíso perdido de la niñez y continuar la relación mística con los cuidadores primarios. Representa una identificación proyectiva con los deseos del corazón que funde las barreras entre yo y el Otro, tal como se vivió cuando se era un bebé. 

En otras palabras, el anhelo de enamorarse surge de la remembranza y añoranza de ese amor mágico que sentimos cuando éramos unos bebés fundiéndonos completamente con nuestros padres. Por ello, es importante como adultos estar consciente de esto.

Aprender a Amar

Para aprender a amar es preciso recordar que existe una condición: Aceptar plenamente que el amor ideal no existe y que no hay relación amorosa sin conflictos que resolver. Cuando estamos enamorados del amor, creamos expectativas poco realistas de lo que es una relación amorosa y lo que debía ser nuestra pareja. Significa que aun pensamos con nuestras mentes infantiles inundadas hasta el cansancio de esas maravillosas historias con finales felices, y de esas parejas idealmente perfectas de los cuentos de hadas, de la televisión y el cine. Tal vez idealizamos a alguna pareja de la familia. Eso, además del anhelo por encontrar la fusión que sentimos con nuestros progenitores a tierna edad donde no había barreras entre el yo y el Otro.  

Al estar enamorado del amor, le inventamos a nuestra pareja virtudes, cualidades y aspectos de personalidad que no poseen, creando nuestra propia fantasía de que esa persona es la ideal para nosotros. Sucumbimos fatalmente a vivir en la fantasía, poniendo mucho más a la relación que el otro, esforzándonos para que esa persona se convierta en ese modelo ideal que fabricamos derivado de nuestras necesidades afectivas inconscientes. Ponemos todas nuestras esperanzas para que esa persona sea lo que imaginamos, lo que deseamos y la que nos hará felices. Así depositamos en ésta una gran carga de la responsabilidad de nuestra propia felicidad, que le será simplemente imposible cumplir, porque en realidad somos nosotros mismos los que nos hacemos felices o infelices. Para crecer, es primordial tomar responsabilidad consciente de ello. 

La consecuencia más problemática de este acto, es que una persona podría pasar toda su vida buscando al ideal. Puede tomar varios rumbos: Vivir insatisfecho con su pareja eternamente, o tener múltiples relaciones, o no comprometerse realmente, o bien, podría detenerse a reflexionar, hacer introspección y analizar sin miedo su anhelo insatisfecho.  

Expectativas Poco Realistas Acerca del Amor y la Pareja

Paul Wright, de la Universidad de North Dakota, encontró que la relación de pareja se diferencia de varias maneras de la relación de amistad. La primera es vista mayormente dominada por reglas sociales y expectativas.

Pero, ¿por qué nos hacemos altas expectativas y poco realistas acerca del amor y la pareja?, ¿por qué creamos en nuestra mente una pareja ideal, que supera toda ciencia ficción y cuentos de hadas más creativos? 

Nuestra sociedad nos enseñó a pensar en términos de bueno o malo, todo o nada. Esto quiere decir, que idealizamos a las personas, por lo tanto las justificamos. Pero cuando hace algo que no nos gusta las juzgamos y las satanizamos, llámese hijo, padre, madre, pareja, jefe. Cuando pensamos de esa forma, totalizamos, tendemos a idealizar y a satanizar a las personas. No somos buenos o malos, sino buenos y malos. Resulta que todos los seres humanos tenemos una sombra que puede llegar a ser muy obscura, porque contiene todo aquello que no nos gusta o no aceptamos de nosotros mismos. Esa sombra siempre nos acompaña a pesar de no verla.

De no aceptarte por completo, con sombra y luz, tampoco puedes aceptar al otro, y recurres a tu fantasía idealizada. Para dejar de totalizar es preciso comprender. Creer que se tiene la verdad absoluta y que la opinión propia es la única válida, sin empatizar con el otro, es un rasgo narcisista. Esta conducta dificultará llegar a acuerdos, lo que es indispensable en toda relación de pareja para que ésta funcione.  

Entonces buscas en el otro lo que no puedes amar en ti mismo, o buscas a ese padre y/o madre amoroso o abusivo. Amas lo que no fue amado por tus antepasados dentro de ambas familias, paterna y materna, para sanar la falta de amor incondicional. O buscas lo que no encontraste en tu familia de origen. 

Si amas a alguien, pero no te gustan sus defectos ni lo que hace, entonces no amas a esa persona, porque internamente deseas con todas tus fuerzas que cambie para amoldarse a tu fantasía idealizada, porque aún no has logrado aceptarte y amarte tal como eres. El trabajo está en ti. Tu pones el cien por ciento del cincuenta por ciento que te corresponde. Y si el otro no quiere, déjalo ir, porque no podemos obligar a nadie que nos ame. Esto no aplica si vives una relación de violencia física u abuso emocional severo, no existe justificación y debes poner fin a la violencia. ¿Existe o no la voluntad sincera de ambas partes para sanar la relación? La infidelidad restregada a los ojos del otro/a, ataques violentos de celotipia, mentiras, estafas, falta de manejo de la ira, chantaje emocional, son solo algunos tipos de abuso psicológico que merecen tu atención. Permitirlo exige trabajo interno por hacer. 

El Cambio es Interno

A fin de que la consciencia del ser humano se amplíe vivimos contrastes. Hace algunos años que asistí a una conferencia que resume lo que deseo transmitir. El conferencista nos dijo que existen eventos en nuestras vidas, lo que llamó la “noche negra del alma”, que es el momento en que tocamos fondo, examinamos nuestra vida, se desestructura el ego y se cae al piso. En ese momento, se abre la mente y cambiamos creencias falsas. Dijo también que el ser humano se equivoca para producir dolor, así entonces pueda reflexionar para cambiar. Si no lo vemos primero afuera, no lo veremos en nosotros mismos. Esta es la razón por la que llegan ciertas personas a nuestras vidas, para poder “vernos.” Cómo saber que es la armonía si no hemos vivido la inarmonía.
Entonces puedes verte a ti mismo y también a tu propia sombra.

Muchas veces he escrito que el cambio primero es interno, porque el cambio interior cambia nuestro exterior. La frase: “Yo cambo y todo cambia” encierra una gran verdad. Ver http://www.psicologiaycoaching.com/2014/08/el-cambio-requerido-primero-es-interno.html 

Amarse a Sí Mismo

El proceso para llegar a aceptar que todas las personas tenemos virtudes y defectos puede ser muy largo, y a veces, doloroso. Y el primer paso será reconocer en uno mismo esa sombra, aterradora, obscura, tenebrosa que se oculta en nuestro interior. Por tanto tiempo ha estado ahí sumergida en un pozo invisible que no podíamos y/o queríamos asomarnos a ver. Nos daba miedo reconocer y admitir que ésa también es parte de nuestro ser. Cuando estamos listos se atisba, se asoma para que podamos verla sin desfallecer. Apenas vemos una partecita, como la punta del iceberg porque oculta mucho más de lo que apenas podamos imaginar. Soy malo y soy bueno, tengo virtudes y defectos, bajos instintos y elevados ideales, fortalezas y debilidades, inseguridades y seguridad, amor y odio, rencor y ternura. 
   
El segundo paso es aceptarla y aprender a amarla también, porque de alguna manera busca ser iluminada por nuestro propio amor. El tercer paso es perdonarte por todo. La consecuencia será el amor incondicional a nuestro ser completo. Dejarás de etiquetarte, insultarte, degradarte, permitir que te sobajen y falten al respeto. Porque no es el otro el que cambia, eres tu, porque al amarte te fortaleces, y solo entonces podrás poner límites y enseñar a las personas cómo deseas que te traten, sin necesidad de que uses la violencia,  sin huir, sin evadir, sin gritos o insultos. 

Cuando te des cuenta que es a ti a quien debes amar primero, que eres tú el que busca y encuentra la felicidad en diversas áreas de su vida y no solo en la relación de pareja, fortalece su verdadero ser y encuentra un propósito que de significado a su vida sin recurrir a fantasías.

Entonces llegarás a sanar las heridas de tu ser interno, proceso que involucra aceptar a los demás, empezando por tus padres, como buenos y malos, a fin de perdonarles por no haber sido los padres que deseabas. ¿Quieres ser aceptado cómo eres? Primero acéptate tu mismo.

¿Estás enamorado del amor? ¿Deseas continuar buscando a la persona que te permita encontrar a ese progenitor amoroso o abusivo, o lo que no se amó o no encontraste en tu familia de origen?  O ¿prefieres aceptar en ti mismo todo lo que eres incluyendo tu sombra? Y muy probablemente, dejes de buscar al ideal que no existe. Si tu pareja no hace peligrar tu integridad física y/o la de tus hijos, cobrará una nueva perspectiva para la nueva persona que eres y juntos podrán ser compañeros en el viaje de la vida, sin necesidad de controlar al otro y compartiendo abiertamente tus sueños, sin crear un mundo aparte. 

No hay comentarios: