Bertha Vasconcelos
www.berthavasconcelos.com
Un ciclo más se cierra. Para algunas personas, se cierra más
de uno. Si bien casi el mundo entero celebra el final de un año gregoriano, algunos
se encuentran también a fin de cursos o en transición hacia un nuevo empleo; en
vísperas de un cambio de casa o residencia. También estas fechas pueden
coincidir con una graduación, boda, cumpleaños, bautizo, nacimiento, y desgraciadamente hasta, una defunción. Todos estos eventos marcan finales y cierres de ciclos.
En otras ocasiones, no es un evento externo que marca el
final, sino que podríamos presentir o sentir que ha terminado un ciclo en
nuestra vida. Se trata más bien de una peculiar sensación o intuición de que
algo ha terminado, que está llegando a su fin. Es una sensación extraña en el cuerpo, pero
distinguible. Podríamos detectarlo a través de una idea recurrente,
sentimientos que no se alejan, pensamientos que van y vienen. Podría tratarse
del final de una relación, una amistad, un trabajo, una actividad, un proceso, un
estilo de vida, tal vez, se refiere a toda una etapa de nuestra vida. Y esta
última es la más poderosa e innegable, aunque a veces, desearíamos no fuese
así. Estamos tan acostumbrados y aferrados a lo que nos es familiar. La voz
interna repite una y otra vez: “Se acabó, vienen cosas nuevas y mejores a tu
vida, pero es tiempo de dejar lo anterior.”
Es una extraña sensación envuelta de sentimientos
encontrados, mixtos, entre nostalgia y melancolía, pero también determinación. Alegría,
y a la vez, tristeza. Entusiasmo y temor. Esto no quiere decir que vendas todo
lo que tienes, hagas la maleta y te vayas. No, de ninguna manera, definitivamente
no se trata de huir. Tiene que ver más con crecimiento, aprendizaje, evolución,
tu misión o tus anhelos. Todo es proceso, y como tal, es preciso hacerlo. Un
paso a la vez, mientras se va aclarando la idea, tomando forma tangible y fácil
de materializar. Si te han dado ganas de salir corriendo y dejar todo como
está, te entiendo, pero así no mejoras tu vida. Hay que cerrar círculos, nos
guste o no.
COMO DEJAR IR EL PASADO Y SONREIR AL FUTURO
Vivía en la Ciudad de México, odiaba mi trabajo y recién me había separado después de diez años de matrimonio, cuando a pocos días de Navidad me ofrecieron un magnífico empleo en Miami.
La emoción de irme disipó cualquier sentimiento de tristeza o
añoranza, ya no importaba la ruptura, los malos recuerdos, ni siquiera los buenos.
Estaba mucho más emocionada con la idea de vivir en esa ciudad y comenzar una nueva
vida que cualquier otra cosa. La vida o el universo me estaban dando una
oportunidad única y maravillosa, tanto a nivel profesional como personal. Sería
Subdirectora de Recursos Humanos, lo que me permitiría conocer otras áreas (nóminas,
seguridad e higiene, compensaciones, cuestiones legales y administrativas) que
en México no se había dado la oportunidad. ¿Quién podría rechazar esa oferta de
trabajo?, y en ¡¿Miami?! Ciertamente no iba a ser yo.
Cuando visualizamos un futuro agradable, siempre será más
fácil cerrar un ciclo.
LOS NUEVOS COMIENZOS PUEDEN CAUSAR TEMOR
Un inicio puede causar terror. Pero no tiene por qué impedir la realización de un sueño.
Recuerdo que a fines de diciembre de 1996 y a principios de enero de 1997, me encontraba cerrando círculos y pendientes. Solicité treinta días para poder arreglar todo, guardar lo que se quedaba y hacer la mudanza. Era la segunda ocasión que me mudaría a Estados Unidos y ya conocía el “caminito.” Son muchísimas cosas y trámites que realizar; el nivel de estrés por un cambio de residencia es muy alto.
Recuerdo que a fines de diciembre de 1996 y a principios de enero de 1997, me encontraba cerrando círculos y pendientes. Solicité treinta días para poder arreglar todo, guardar lo que se quedaba y hacer la mudanza. Era la segunda ocasión que me mudaría a Estados Unidos y ya conocía el “caminito.” Son muchísimas cosas y trámites que realizar; el nivel de estrés por un cambio de residencia es muy alto.
Me sentía verdaderamente emocionada, eufórica, optimista,
feliz. Sin embargo, recuerdo que una noche antes de dormir, ya en cama y con la
luz apagada, de repente sentí un helado escalofrío recorrer todo mi cuerpo y sentí
como si mi estómago diese un vuelco. Era miedo, sentí pánico, y pensé: “¿Que
estoy haciendo? No conozco a nadie allá, voy a lo desconocido.” Treinta minutos después,
el entusiasmo nuevamente inundó mi ser al reinstalarme en esta gran oportunidad, así como todo lo que significaría vivir y trabajar en Miami. Me sentía
muy afortunada porque esa posición me colocaría justo a un paso de mi meta profesional
de llegar a ser algún día la cabeza del área de Recursos Humanos.
TODO FINAL
MARCA UN COMIENZO
Siempre hay un inicio tras un final. Dicen que todo cambio es
bueno. La vida me enseñó que todo es
por algo y para algo mejor; llevo años pensándolo y diciéndolo a las personas que necesitan escucharlo.
Para cerrar un círculo más rápido, atrévete a soñar que hay
cosas mejores frente a ti esperándote. Por ello, es esencial reconciliarte y
enamorarte de tu futuro. De todo lo bueno que está por llegar. Porque si te
imaginas un futuro obscuro, negro, incierto, sin oportunidades, te será más
difícil soltar el pasado o lo que tienes en el presente.
Recuerda que, por más negro que veas el porvenir, aunque no
veas la luz al final del túnel, todo es pasajero, todo pasa. Viene a mi mente
la frase de la canción “Cantares” de Joan
Manuel Serrat, que dice: “Todo pasa y todo
queda...”
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Así que mientras más te resistas a aceptar los cambios que la
vida espera de ti, peor será la manera en que te será arrebatado lo que ya no
es para ti. Porque estoy convencida que todo cambio es para bien, sí para tu mayor
bien, aunque en este momento no lo sepas. Eres tú mismo quien alarga la tortura,
el sufrimiento, la melancolía. Está bien sentirse víctima por unos minutos, si quieres un día
entero, pero después, respira profundo, limpia tus heridas, levántate y a seguir adelante.
Imagina lo mejor, lo que más sueñas, lo que realmente deseas de corazón. No confundas el dinero con lo que te puede proveer. Porque eso que visualizas y esperas, eso tendrás.
CÓMO ABRIRSE
A UN NUEVO Y MEJOR COMIENZO
Hazte las
siguientes preguntas y responde honestamente:
¿Qué pasaría si....
imaginas una vida mejor a la que estás viviendo actualmente? (aunque seas feliz)
te atreves a soñar lo inimaginable?
dejas de sentir lástima por ti mismo y por tus seres queridos?
decides dejar de boicotearte?
empiezas a aprovechar todas las oportunidades que se te presenten?
dejas de dudar que tu puedo crear tu propia realidad?
dejaras de pensar que los demás son incapaces y sufren tanto como tu?
dejas de adivinar o pensar por los demás?
escuchas tu sabiduría interna, en lugar de escuchar a los demás, que obstruye el desarrollo de tu máximo potencial?
decides amarte incondicionalmente, con virtudes y defectos?
dejas de cargar a los demás?
renuncias a ser Superhombre o Supermujer?
empiezas a vivir la vida que siempre has deseado y la disfrutas apasionadamente?
admites que tu eres el creador de tu vida?
EN ESTE MOMENTO DECIDES SER FELIZ POR EL RESTO DE TU VIDA?
Si fuiste honesto, tendrás todas las respuestas que necesitas cuyo origen radica en tu
verdadero ser, tu propia sabiduría.
DISFRUTA ESTE FIN DE CICLO
Estoy segura que a pesar de las malas noticias, sobre las crisis
económicas (que desde 1982 escucho todos los días en México y Estados Unidos), los ataques terroristas que amedrentan, el tráfico odioso, y gran agobio que puede causar el caos del exterior, TU, como muchísimas otras personas pueden constatar que TU mismo eres
capaz de crear tu propia vida.
Atrévete a soñar, este es el momento de visualizar un nuevo año repleto de cosas buenas, aunque suceden también cosas tristes.
Atrévete a soñar, este es el momento de visualizar un nuevo año repleto de cosas buenas, aunque suceden también cosas tristes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario