Por Bertha Vasconcelos
Estamos viviendo en un mundo cada
vez más complejo que ocasiona confusión, caos, estrés, miedo, individualismo, distracción,
hostilidad, apatía, sentimientos de soledad y vacío, conflictos en las
relaciones interpersonales. Todo ello aunado a la falta de tiempo que algunos
sentimos, es un mundo que puede enfermar a cualquiera. Vivimos en un bombardeo
de información que el cerebro no puede llegar a asimilar. Nuestras opciones se
multiplican. La publicidad es exagerada, la vemos en las mesas plegables en los
aviones, en las puertas de los baños de las cafeterías, en los transportes
públicos, en las paredes de terrenos, vías de circulación, desniveles, etcétera.
A donde volteemos, hay anuncios publicitarios que distraen nuestra atención y
consumen energía valiosa que bien podría usarse para generar ideas creativas,
contactarse con uno mismo o simplemente generar alternativas de solución a nuestros
problemas.
Este año invita a deshacernos de
lo que nos estorba, desde cosas, hábitos, actitudes, creencias, hasta
relaciones. Comenzaré por lo más sencillo: las cosas.
Hace uno días escuché a Mayun
Onerheim, autora de Money, Spirituality
and Consciousness, hablar sobre su libro, donde nos pone a reflexionar
sobre el hecho de que la espiritualidad se sacó de la existencia humana y hemos
estado viviendo en el materialismo. Tenemos más dinero pero menos tiempo,
comunicación, intimidad. La sociedad estadounidense, y obviamente las que
estamos influidas por la misma, estamos convirtiendo nuestros recursos ecológicos
en cosas -y destruyendo al planeta- para guardarlos. Comentó que el dinero no
es un signo de éxito porque se ha convertido en un objeto, mismo que se ha
usado para llenar huecos existenciales y afectivos que nunca se llenarán con cosas
ni dinero. También habló que de repente (desde la crisis del 2008) ya no tenemos
la riqueza que teníamos y ahora estamos viviendo con menos. Considera que el
dinero debía circular para todos a fin de que cada persona pueda ofrecer al
mundo su ser único.
Comencemos con tus cosas. Podrías
regalar, donar, tirar y/o vender todo aquello que no usas y solo te quita
espacio. Por ejemplo, los lindos y caros zapatos, pero totalmente incómodos; la
ropa que nunca te pones; las revistas y papeles que se amontonan sin ser leídos
o archivados apropiadamente. Si tienes recuerdos de la familia que deseas
guardar, hazlo en un baúl o una caja especial para ello, como “el baúl de los
recuerdos.” Cuando revises tus cosas, escucha tu propia voz, y no la voz del
consumismo y materialismo en decadencia.
Hábitos y Actitudes
Deshazte de los hábitos y actitudes
que no te están trayendo salud, bienestar y lo que deseas en tu vida, como por
ejemplo: Querer abarcar mucho sin enfocarte en lo que deseas; no tener metas
claras; querer hacer demasiadas cosas al mismo tiempo; tener expectativas poco
realistas de los demás; no saber decir “no”; comprometerte a hacer cosas que no
podrás cumplir; no planear tu tiempo
adecuadamente; ser impuntual; no establecer prioridades; no poner límites a las
expectativas de lo demás; sentirte víctima; catastrofizar; etcétera, etcétera.
Sé que no es nada fácil, pero se
puede comenzar por proponerse en lograr una sola meta el próximo mes y enfocarse
en alcanzarla. No me cabe la menor duda que para lograr algo, se necesita tiempo,
concentración, sobre todo enfoque y constancia. Para cambiar un hábito se
requieren cuatro meses para instalarlo en tu estilo de vida.
Creencias
Todos interiorizamos creencias de
nuestras familias generación tras generación. También de la sociedad y
localidad donde vivimos, la escuela, medios de comunicación, religión, política,
amigos, colegas, pareja, etcétera. Muchas pueden ser positivas para nuestro
crecimiento. Pero otras pueden estar deteniendo nuestro crecimiento y evitando
nuestro bienestar. Además, hoy por hoy tenemos acceso a todo un universo de
conocimiento e información a través de internet, televisión, cine, noticias, cursos,
libros, etc., por lo que el riesgo radica en toparse con información deformada
o preseleccionada por otros con fines de poder y control de las masas, que sin un
análisis y juicio crítico adecuados, puede originar a su vez la formación de creencias
erróneas a nivel generalizado que pueden resultar peligrosas para el grupo de
personas que la leen o escuchan.
El tipo de creencias que no sirven
son aquellas que te hacen infeliz, devaluarte, sabotearte, sentirte resentido,
frustrado, que no te sientas merecedora,
que vales por cómo te ves y lo que tienes, que todo debe ser una lucha,
etcétera. Es preciso cambiarlas por creencias que te brinden paz interior,
dicha, armonía, amor, tranquilidad, perdón.
No creas todo, usa tu
inteligencia y capacidad de reflexión, piensa antes de retransmitir algo.
Pregunta, busca recursos que te brinden respuestas para formar tus propias
opiniones y encuentres tu propia voz.
Despierta del sueño del
consumismo y materialismo que dicta cómo debes vivir tu vida, qué debes tener y
hacer. Se libre, libérate de las creencias impuestas por edad, género, leyes, puntos
de vista políticos, la moda. Libérate de
creencias autoimpuestas que no son tuyas, y que no te traen felicidad y armonía.
Es preciso abrirse a diversos
conocimientos, a nuevas maneras de hacer las cosas, aprender a pensar en un
mundo o país que no quiere que pensemos de forma independiente y creativa, donde
se siguen formando clones que se visten igual, actúan igual, compran lo mismo,
y caen en las mismas trampas y viejas prácticas del consumismo para
convertirnos en robots automatizados, zombies
que siguen las creencias engañosas establecidas a mediados del siglo XX, de
cómo es un ser humano “feliz.” Y aun si creemos que ya nos liberamos de esas
creencias, seguimos siendo condicionados por los medios de comunicación, las
noticias, comerciales publicitarios, internet, etcétera.
Relaciones
Todos sabemos lo desgastante que
puede ser un conflicto o roce con alguien. Nuestra energía se consume y perdemos
tiempo valioso pensando y repensando en la situación. Es el tiempo de
despedirse de relaciones tóxicas, tormentosas, imposibles, no recíprocas, no
equitativas, de personas que solo te utilizan. No es fácil cuando se trata de
miembros de la familia, en ese caso corresponde soltar con amor, acaso poner
límites sanos de manera amorosa, aunque al principio tal vez te excedas, no
importa, estás aprendiendo. Puedes decidir sanar la relación con la ayuda de un
psicoterapeuta. A veces, es necesario poner distancia física o emocional si te
intoxica. A veces no es necesario cortar la comunicación con alguien, pero
interiormente has terminado. Las relaciones de parejas donde no existe
violencia física o emocional grave, tienen altas posibilidades de reconstruirse.
Si eres hombre, deja ya de ser arrastrado por ideas machistas, que al fin y al
cabo no son tuyas, ello beneficiará en gran parte las relaciones con las
mujeres en tu vida.
Encuentra y escucha tu propia voz
Accesa a la sabiduría interna de
tu verdadero ser para discernir, tomar decisiones que te lleven a tu felicidad
y realización, tanto presente como futura, a seguir el mejor curso de
acción, y no a la limitación de tus
talentos que seca tu creatividad. Deshazte de lo que te estorba para llegar
hasta donde desees llegar. Encuentra tu propia voz. Tu intuición o sabiduría
interna te está hablando siempre a través de tu voz interna. Escúchate.
Necesitamos crear un nuevo mundo
y no por caminos falsos y atractivamente fáciles. Todo sueño requiere
perseverancia, constancia, enfoque, sanar viejas heridas, cambiar paradigmas,
patrones de autosabotaje, salir de la victimización y dramatización. Sánate, reconoce
quien eres y tus talentos, pero se humilde y comienza cuanto antes. Todo es posible
cuando te lo propones.
3 comentarios:
Bertha hace tiempo tuve terapia contigo, espero me recuerdes. Te quiero felicitar, siempre publicas cosas con mucho sentido práctico y que invitan a la reflexión. Gracias por esa ayuda indirecta que nos brindas a quienes leemos tus artículos.
Un abrazo.
Daniel Maldonado
Todo lo que comenta Bertha es lo que estoy integrando en mi estilo de vida, como el aprender a decir no!, deshacerme de todo lo que ya no sirve, incluyendo, cosas, personas, creencias y hábitos que me perjudican. Es un proceso arduo, pero como menciona ella: Todo es posible cuando uno se lo propone! Doy gracias, por tenerte como mi guía y maestra! y por compartir estas reflexiones tan útiles conmigo y con muchas otras personas!
Ma.Martha Avalos Muñoz
Muchas gracias por sus comentarios.
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