29 de enero de 2014

DESHAZTE DE LO QUE DETIENE TU FELICIDAD

Por Bertha Vasconcelos

Estamos viviendo en un mundo cada vez más complejo que ocasiona confusión, caos, estrés, miedo, individualismo, distracción, hostilidad, apatía, sentimientos de soledad y vacío, conflictos en las relaciones interpersonales. Todo ello aunado a la falta de tiempo que algunos sentimos, es un mundo que puede enfermar a cualquiera. Vivimos en un bombardeo de información que el cerebro no puede llegar a asimilar. Nuestras opciones se multiplican. La publicidad es exagerada, la vemos en las mesas plegables en los aviones, en las puertas de los baños de las cafeterías, en los transportes públicos, en las paredes de terrenos, vías de circulación, desniveles, etcétera. A donde volteemos, hay anuncios publicitarios que distraen nuestra atención y consumen energía valiosa que bien podría usarse para generar ideas creativas, contactarse con uno mismo o simplemente generar alternativas de solución a nuestros problemas.      

Este año invita a deshacernos de lo que nos estorba, desde cosas, hábitos, actitudes, creencias, hasta relaciones. Comenzaré por lo más sencillo: las cosas.

Cosas

Hace uno días escuché a Mayun Onerheim, autora de Money, Spirituality and Consciousness, hablar sobre su libro, donde nos pone a reflexionar sobre el hecho de que la espiritualidad se sacó de la existencia humana y hemos estado viviendo en el materialismo. Tenemos más dinero pero menos tiempo, comunicación, intimidad. La sociedad estadounidense, y obviamente las que estamos influidas por la misma, estamos convirtiendo nuestros recursos ecológicos en cosas -y destruyendo al planeta- para guardarlos. Comentó que el dinero no es un signo de éxito porque se ha convertido en un objeto, mismo que se ha usado para llenar huecos existenciales y afectivos que nunca se llenarán con cosas ni dinero. También habló que de repente (desde la crisis del 2008) ya no tenemos la riqueza que teníamos y ahora estamos viviendo con menos. Considera que el dinero debía circular para todos a fin de que cada persona pueda ofrecer al mundo su ser único.

Comencemos con tus cosas. Podrías regalar, donar, tirar y/o vender todo aquello que no usas y solo te quita espacio. Por ejemplo, los lindos y caros zapatos, pero totalmente incómodos; la ropa que nunca te pones; las revistas y papeles que se amontonan sin ser leídos o archivados apropiadamente. Si tienes recuerdos de la familia que deseas guardar, hazlo en un baúl o una caja especial para ello, como “el baúl de los recuerdos.” Cuando revises tus cosas, escucha tu propia voz, y no la voz del consumismo y materialismo en decadencia.  

Hábitos y Actitudes

Deshazte de los hábitos y actitudes que no te están trayendo salud, bienestar y lo que deseas en tu vida, como por ejemplo: Querer abarcar mucho sin enfocarte en lo que deseas; no tener metas claras; querer hacer demasiadas cosas al mismo tiempo; tener expectativas poco realistas de los demás;  no saber decir “no”; comprometerte a hacer cosas que no podrás cumplir; no planear  tu tiempo adecuadamente; ser impuntual; no establecer prioridades; no poner límites a las expectativas de lo demás; sentirte víctima; catastrofizar;  etcétera, etcétera.

Sé que no es nada fácil, pero se puede comenzar por proponerse en lograr una sola meta el próximo mes y enfocarse en alcanzarla. No me cabe la menor duda que para lograr algo, se necesita tiempo, concentración, sobre todo enfoque y constancia. Para cambiar un hábito se requieren cuatro meses para instalarlo en tu estilo de vida.   

Creencias

Todos interiorizamos creencias de nuestras familias generación tras generación. También de la sociedad y localidad donde vivimos, la escuela, medios de comunicación, religión, política, amigos, colegas, pareja, etcétera. Muchas pueden ser positivas para nuestro crecimiento. Pero otras pueden estar deteniendo nuestro crecimiento y evitando nuestro bienestar. Además, hoy por hoy tenemos acceso a todo un universo de conocimiento e información a través de internet, televisión, cine, noticias, cursos, libros, etc., por lo que el riesgo radica en toparse con información deformada o preseleccionada por otros con fines de poder y control de las masas, que sin un análisis y juicio crítico adecuados, puede originar a su vez la formación de creencias erróneas a nivel generalizado que pueden resultar peligrosas para el grupo de personas que la leen o escuchan.

El tipo de creencias que no sirven son aquellas que te hacen infeliz, devaluarte, sabotearte, sentirte resentido, frustrado,  que no te sientas merecedora, que vales por cómo te ves y lo que tienes, que todo debe ser una lucha, etcétera. Es preciso cambiarlas por creencias que te brinden paz interior, dicha, armonía, amor, tranquilidad, perdón.

No creas todo, usa tu inteligencia y capacidad de reflexión, piensa antes de retransmitir algo. Pregunta, busca recursos que te brinden respuestas para formar tus propias opiniones y encuentres tu propia voz.

Despierta del sueño del consumismo y materialismo que dicta cómo debes vivir tu vida, qué debes tener y hacer. Se libre, libérate de las creencias impuestas por edad, género, leyes, puntos de vista  políticos, la moda. Libérate de creencias autoimpuestas que no son tuyas, y que no te traen felicidad y armonía.

Es preciso abrirse a diversos conocimientos, a nuevas maneras de hacer las cosas, aprender a pensar en un mundo o país que no quiere que pensemos de forma independiente y creativa, donde se siguen formando clones que se visten igual, actúan igual, compran lo mismo, y caen en las mismas trampas y viejas prácticas del consumismo para convertirnos en robots automatizados, zombies que siguen las creencias engañosas establecidas a mediados del siglo XX, de cómo es un ser humano “feliz.” Y aun si creemos que ya nos liberamos de esas creencias, seguimos siendo condicionados por los medios de comunicación, las noticias, comerciales publicitarios, internet, etcétera.

Relaciones

Todos sabemos lo desgastante que puede ser un conflicto o roce con alguien. Nuestra energía se consume y perdemos tiempo valioso pensando y repensando en la situación. Es el tiempo de despedirse de relaciones tóxicas, tormentosas, imposibles, no recíprocas, no equitativas, de personas que solo te utilizan. No es fácil cuando se trata de miembros de la familia, en ese caso corresponde soltar con amor, acaso poner límites sanos de manera amorosa, aunque al principio tal vez te excedas, no importa, estás aprendiendo. Puedes decidir sanar la relación con la ayuda de un psicoterapeuta. A veces, es necesario poner distancia física o emocional si te intoxica. A veces no es necesario cortar la comunicación con alguien, pero interiormente has terminado. Las relaciones de parejas donde no existe violencia física o emocional grave, tienen altas posibilidades de reconstruirse. Si eres hombre, deja ya de ser arrastrado por ideas machistas, que al fin y al cabo no son tuyas, ello beneficiará en gran parte las relaciones con las mujeres en tu vida. 

Encuentra y escucha tu propia voz

Accesa a la sabiduría interna de tu verdadero ser para discernir, tomar decisiones que te lleven a tu felicidad y realización, tanto presente como futura, a seguir el mejor curso de acción,  y no a la limitación de tus talentos que seca tu creatividad. Deshazte de lo que te estorba para llegar hasta donde desees llegar. Encuentra tu propia voz. Tu intuición o sabiduría interna te está hablando siempre a través de tu voz interna. Escúchate.   

Necesitamos crear un nuevo mundo y no por caminos falsos y atractivamente fáciles. Todo sueño requiere perseverancia, constancia, enfoque, sanar viejas heridas, cambiar paradigmas, patrones de autosabotaje, salir de la victimización y dramatización. Sánate, reconoce quien eres y tus talentos, pero se humilde y comienza cuanto antes. Todo es posible cuando te lo propones. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bertha hace tiempo tuve terapia contigo, espero me recuerdes. Te quiero felicitar, siempre publicas cosas con mucho sentido práctico y que invitan a la reflexión. Gracias por esa ayuda indirecta que nos brindas a quienes leemos tus artículos.

Un abrazo.
Daniel Maldonado

Maria Martha Avalos Muñoz dijo...

Todo lo que comenta Bertha es lo que estoy integrando en mi estilo de vida, como el aprender a decir no!, deshacerme de todo lo que ya no sirve, incluyendo, cosas, personas, creencias y hábitos que me perjudican. Es un proceso arduo, pero como menciona ella: Todo es posible cuando uno se lo propone! Doy gracias, por tenerte como mi guía y maestra! y por compartir estas reflexiones tan útiles conmigo y con muchas otras personas!
Ma.Martha Avalos Muñoz

Bertha Vasconcelos dijo...

Muchas gracias por sus comentarios.