8 de agosto de 2025

LA ZONA DE CONFORT Y CÓMO SALIR DE ÉSTA


Por Bertha Vasconcelos


Por fin te diste cuenta que para sentirte más pleno, libre, saludable, tranquilo y feliz, necesitas hacer cambios en tu vida. Tal vez aprender algo nuevo, unirte a un grupo, buscar un nuevo trabajo, ganar más dinero, poner límites, apaciguar tu impulsividad, buscar ayuda, etc. etc. Sin embargo, el solo hecho de pensar en hacer algún cambio a tu rutina actual, horarios, hábitos o creencias, te da “flojera.” Suspiras deseando que sería más fácil que los demás cambiaran y no tu. En realidad, no sientes flojera sino miedo. Porque cuando salimos de nuestra zona de confort, en lugar de salir a la zona de aprendizaje, entramos a una zona de pánico. Sí, leíste bien: ¡PÁNICO! Aunque lo disfraces muy bien con cualquier buen pretexto que sirva de justificación para ti y los demás, en el trasfondo es miedo.

¿Sabías que el miedo paraliza los circuitos neuronales de la motivación? Por otro lado, si solo te enfocas en lo malo que puede suceder, se cierra la fuerza motivacional en tu cerebro, se echa a andar el miedo y ¡recrearás más de eso mismo que no deseas en tu vida! Por ejemplo: Tu economía actual es consecuencia de una decisión que tomaste o no en el pasado. Si tienes miedo, recrearás eso mismo. Si deseas mejorar tus finanzas es preciso tomar decisiones diferentes más racionales, pero sin el miedo que te impide ser creativo.

Los seres humanos nos sentimos tranquilos con lo que nos es familiar porque ya lo conocemos, por más aburrido, estresante, violento o desagradable que pueda ser. La frase “No hagan olas” es una expresión muy a doc para expresar la zona de confort. Esta es una zona inconsciente para ti, la cual te grita: “¡NO QUIERO SALIR DE MI ZONA DE CONFORT!” Te dice: “No vayas, no te levantes, no hables, no pienses, no sientas, no luches, no te esfuerces”. En dos palabras: “¡NO CAMBIES!” Y eso te obliga a mantenerte en tu zona de confort, o lo que es lo mismo, a evitar enfrentar situaciones o hacer algo diferente. Además te hace sentir a disgusto, en zozobra o con malestar interno.

Evitar tus emociones, la posposición o evadir tomar una decisión, te hará sentir bien a corto plazo, pero lo que no sabes es que a mediano o largo plazo la angustia se incrementará tanto que te puede paralizar, enfermarte, discutir acaloradamente con alguien o podrías tener un accidente (caída, cortada o en el automóvil). Seguir lamentándote y rumiando tus desgracias, o sufriendo situaciones intolerables victimizándote y culpando a los demás de su mala relación, te estanca.

En un grado patológico, culpas a los demás de todos tus infortunios y de que no hacen/reaccionan hacia ti como tu quieres, además de perder el control emocional. Cuando te enemistas y peleas con la mayoría de la gente a tu alrededor (incluyendo hijos pequeños) y estás haciendo un gran esfuerzo para mantener la buena cara ante los conocidos, acabando agotado al final del día, es señal de que necesitas ayuda profesional urgente, porque además podrías tener un desequilibrio hormonal o bioquímico cerebral.

Si en tu vida hay algo que no te gusta, te aseguro que puedes mejorarlo, siempre y cuando tu cambies algo dentro de ti mismo. Algunas personas lo ven muy amenazador, pero un cambio interno es tan sencillo como hacer algo diferente. Por ejemplo, cambiar un hábito o una actitud, pensar diferente, aprender algo nuevo, inscribirte a un curso, buscar un coach, especialista o ir a terapia. Así que esperar que los demás cambien es perder el tiempo porque ellos no lo harán sin que antes tu realices los cambios necesarios en tu actitud y/o comportamiento sobre los cuales sí tienes poder.

Salir de la zona de confort te permite aprender cosas nuevas, ser creativo y lograr tus sueños y metas, pero, ¿como hacerlo?

Para lograrlo, necesitas reentrenar tu cerebro aprendiendo nuevas habilidades que te ayuden a manejar mejor tus emociones, hacer más eficiente tu forma de pensar que favorecerá tu toma de decisiones y poder deshacerte de eso interno que ya no te sirve, precisamente aquello que te mantiene en tu zona de confort. Necesitas identificar tus pensamientos, emociones, creencias, reacciones, hábitos, actitudes y sus resultados, aun subconscientes. Es un entrenamiento en sí mismo.

Si quieres cambiar algo en tu vida, necesitas usar tu corteza cerebral para que tomes mejores decisiones y más creativas, pero el miedo podría impedirlo. Por ello, lo primero que necesitas hacer es admitir que sientes miedo, tal vez miedo a perder algo, o peor aún, lo que eres o has sido hasta ahora. Pero el miedo es una emoción natural del ser humano. Todos lo sentimos. La clave es que haces con éste. El miedo no reconocido ni enfrentado hace que te auto sabotees y dejes pasar oportunidades. Admite que tienes miedo y enfréntalo de una vez por todas.

Por otro lado, un problema en la bioquímica cerebral podría estar generando una falta de control emocional, irritabilidad o hipersensibilidad que te esté impidiendo ser feliz. Existen medicamentos o suplementos nutricionales que pueden ayudarte, pero también la terapia cognitiva en combinación con los anteriores o no. Los medicamentos para el cerebro deben ser supervisados médicamente. El avance de la neurociencia ha comprobado que puedes mejorar el funcionamiento de tu cerebro por su plasticidad con terapia cognitiva conductual porque crea nuevas conexiones neuronales, ya que te ayuda a aprender nuevas habilidades, como manejar tus emociones, cambiar las creencias y pensamientos que te están generando conflictos con los demás o impiden que avances en tu vida hacia el logro de tus metas o bienestar integral.

Yo te preguntaría: ¿Qué quieres? ¿Estás listo para transformar tu vida y tener un nuevo comienzo? Haz algo diferente hoy mismo, aunque te equivoques, pero por favor haz algo pronto para tu felicidad. Si requieres ayuda profesional de un médico, terapeuta o especialista, no esperes a que “la soga te llegue al cuello.”

Derechos Reservados © Bertha Vasconcelos. Puedes compartir este artículo siempre y cuando menciones a la autora.

18 de julio de 2025

CREENCIAS, EMOCIONES Y PERFECCIONISMO

Por Bertha Vasconcelos

Este fin e inicio de año presenta una extraña dualidad en las experiencias humanas. Algunas personas están tranquilas, y otras están viviendo eventos desagradables o se sienten frustradas por alguna razón específica. Podría suceder que algunas de esas personas están molestas (a veces sin darse cuenta realmente) por alguna situación ante la cual se sienten sin control. O tal vez, les gustaría haber ya logrado algo que se les ha dificultado alcanzar. También puede ser que han estado añorando el pasado.

Las emociones nos hablan, y si no les hacemos caso, nos llaman la atención a través de accidentes (quemadas, cortadas, choques, domésticos, etc.) o incidentes desafortunados. La ira sigue una trayectoria que es necesario detener antes de que alcance su punto máximo, ya que ésta podría terminar en un acto violento. Cuando la violencia se revierte hacia uno mismo, se pueden sufrir accidentes.

En ocasiones, las personas creen que “sacar lo viejo” implica alejarse o evitar a las personas o las situaciones que las molestan, cuando en realidad “sacar lo viejo” se refiere a conductas, pensamientos, hábitos y creencias propias que ya no les sirven, por que no les han sido útiles para lograr su bienestar. Una acción efectiva en estos días podría ser el analizar sus pensamientos (claro, después de pensarlos), y preguntarse cuáles creencias, hábitos o historias preferidas son las que están manteniendo su infelicidad o enojo.

Los seres humanos perdemos de vista todo lo que tenemos, y a cambio hacemos un largo inventario (poco realista) de lo que no tenemos. La falta de dinero, salud, trabajo o pareja se convierte en un monstruo gigantesco que reduce a nada todas las cosas buenas que una persona tiene en su vida. Es como si la vista se nublara y solo se viera eso de lo que carece. Usualmente las personas desde afuera pueden ver más claramente lo mucho que una persona tiene y que ella misma no ve. Según David Burns, todos los seres humanos tenemos pensamientos distorsionados e ilógicos que nos hacen sentir mal, entre los cuales se encuentran “el hacer hincapié en los hechos negativos y soslayar lo positivo” e “insistir en que los logros o aspectos positivos de la personalidad no tienen valor.”

Para Albert Ellis, el primer paso para sentirse mejor consiste en aceptarse incondicionalmente, con todas las imperfecciones y dificultades, incluyendo trastornos emocionales, con el fin de poder trabajar en ellos y reducirlos o eliminarlos, seamos o no amados y aceptados. De no aceptarse, Ellis afirma que las personas se despreciarán y se deprimirán o enojarán aun más.

Cuando entendemos que las reacciones emocionales se originan de nuestras creencias, conscientes o inconscientes, o de las interpretaciones que hacemos de los eventos que nos ocurren, podemos mejorar nuestro estado anímico. Esto quiere decir, que no nos sentimos enojados o deprimidos por lo que sucedió, sino por lo que pensamos de eso que aconteció. Cuando pensamos que lo que nos está sucediendo es “horrible,” nos sentiremos deprimidos o enojados, por que es nuestro sistema de creencias el que realmente está generando la emoción. Los pensamientos automáticos representan el entramado de nuestras creencias, por lo que brotan ante cualquier situación que nos intimide o desagrade.

El perfeccionismo, el debería, tengo que y los hubiera, son creencias irracionales, a veces inconscientes, que se convierten en verdugos implacables, provocando emociones intensas y esclavizando al individuo por llevar una vida “perfecta,” la que considera la ideal. Se caracteriza por rigidez, intolerancia, autocrítica y dogmatismo, provocando que el miedo al fracaso cause estrés. Los logros nunca son suficientes y solamente cuando se alcanzan se gana el respeto o el amor de los demás. El perfeccionismo hace que las personas sientan que deben mostrarse fuertes y cuando cometen un error se sienten fracasadas o que algo está mal con ellas.

Ellis afirma que las creencias irracionales hacen que las personas esperen, exijan o sientan la obligación de ser o hacer algo, cuando lo deseable sería que deseen o prefieran realizar una acción. La creencia de que podemos exigir de los demás y que están obligados a dar lo que deseamos, provoca frustración cuando no obtenemos lo que deseamos. Para Ellis, pensar que la vida es horrible conduce a la autoderrota por su absolutismo, por lo que sería más sano simplemente lamentar que las cosas son de esa manera y enunciar que no son como quisiéramos, lo cual nos devolvería el control hacia lo que si podemos cambiar.

Una vez que analizamos nuestros pensamientos, nos liberamos del perfeccionismo y cambiamos nuestras creencias, podremos disfrutar del aquí y ahora, del único tiempo del cual disponemos. No podemos cambiar el pasado, y el hoy nos permite crear el futuro que aun no llega. Cada paso que demos hoy hacia nuestra meta, por más pequeño que sea, se acumulará hasta lograr el objetivo que nos hemos propuesto. La vida es… como es.

Derechos Reservados © Bertha García Vasconcelos. Ud. puede compartir este blog y artículo siempre y cuando le de crédito a la autora.

Imagen: Presencia Inquietante de Remedios Varo

23 de junio de 2025

APRENDIENDO A MANEJAR LA “GRILLA“ EN EL TRABAJO

Por Bertha Vasconcelos

Hace algunos años, presenté una ponencia en la Universidad iberoamericana intitulada Habilidades para el Manejo Positivo de la Política dentro de las Empresas” que deseo compartirles aquí. Después de tantos años de trabajar dentro del mundo corporativo, y ayudar a muchas personas a lidiar con la “grilla sucia” en sus trabajos, decidí conformar esta conferencia, cuyo objetivo era explicar y ejemplificar las habilidades y estrategias clave que se requieren para posicionarse y actuar de forma positiva dentro de las empresas con el fin de lograr el desarrollo profesional proyectado.

La política es un hecho en el mundo corporativo, por lo que la aplicación de una política positiva mejora el ambiente laboral e incrementa su satisfacción en el trabajo, al mismo tiempo que preserva su integridad y honestidad. Cada empresa decide qué tipo de política manejan sus líderes, y más adelante encontrará las respuestas a este importante tema que necesita uno conocer cuando asciende la escalera corporativa.  

LA POLÍTICA EN LAS EMPRESAS
 
La política es la forma de hacer que las cosas sucedan. Dra. Kathleen Reardon, experta en el tema, afirma: “Lo difícil en el mundo de los negocios, es poseer la habilidad interpersonal que no puede ser totalmente o permanentemente dominada: LA ASTUCIA POLÍTICA.”

Además del conocimiento, la experiencia y las competencias, existen tres claves para tener éxito dentro de las empresas de iniciativa privada:

1.    Manejo de la política
2.    Agilidad en el uso del poder
3.    Habilidad de influir en los demás

Hay dos tipos de política, la positiva y la negativa (disfuncional o “sucia”). 

Política negativa o disfuncional: No es una estrategia a largo plazo, funciona ocasionalmente pero a corto plazo, por que daña relaciones, destruye la productividad y afecta la moral y el clima organizacional. Se podría decir que esta forma de ser está quedando en el pasado, pues actualmente se prefieren y desean directivos y gerentes con inteligencia emocional. Se caracteriza por manipulación, visión ganar-perder, visión de hormiga, destruye, agresividad, busca adulación, hambre de poder, crea resentimiento.

Política positiva: Caracterizada por la colaboración,  visión ganar-ganar,  autenticidad,  visión completa, construye,  aprecia el reconocimiento,  ganar credibilidad,  honestidad y justicia, bienestar general,  productividad.

Beneficios del uso de la Política Positiva: Le ayuda a avanzar en su carrera y/o lo protege. Implica usar un enfoque más estratégico, ser más sensible, ampliar la visión a futuro, ser más observador, etc. Conociendo lo que le proporciona poder, usted podrá hacer mejor uso de éste, sin abusar: La posición que ocupa, la información a la cual tiene acceso, sus talentos, sus cualidades personales, su experiencia, su conocimiento, los recursos que controla y/o las relaciones que tiene y mantiene.

PARA SOBREVIVIR EN SU EMPRESA 

Escala del Estilo Personal de Política: Dependiendo de su estilo de política, preferirá un ambiente organizacional muy politizado o no. La sobrevivencia de su carrera depende que juegue el tipo de política que prevalezca en su organización.

Cuatro Escenarios de Política Organizacional (Según la Dra. Kathleen Reardon):

1. Mínima:
  • Atmósfera amigable
  • Conflictos poco usuales y breves
  • El éxito no se logra a costa de alguien más
  • Ausencia de subgrupos

2. Moderada:
  • Negación de que existe política
  • Da la impresión que se siguen las reglas
  • Conflictos usuales pero breves
  • Presencia de subgrupos

3. Alta:
  • Conflictos frecuentes y persistentes
  • Las sanciones se aplican solamente si son convenientes
  • Los subgrupos están claramente definidos
  • Lo importante es “a quien conoces y no lo que sabes”

4. Patológica:
  • Conflictos frecuentes, duraderos y persistentes
  • Las metas se logran dando la vuelta a los procedimientos formales
  • Todos desconfían de todos y se cuidan las espaldas

Síntomas de Política Disfuncional: Según la Dra. Reardon los siguientes signos, no necesariamente se presentan simultáneamente, pero considera que el que prevalezca uno de ellos, es suficiente para considerar que existe política  disfuncional:

1.    Excesivas alabanzas, elogios y adulación, junto  con abuso de los niveles jerárquicos inferiores.
2.    Insinuaciones, en lugar de comunicación directa.
3.    Chismes y puñaladas por la espalda.
4.    Indiferencia por parte de la dirección, sensación de que las personas no son valoradas, que son “desechables”.
5.    El que guía a los demás hacia el rumbo equivocado solo para verse bien él mismo.

¿Qué es el poder?

“Todos los grandes capitanes
han realizado asombrosas hazañas
 por que siguieron las reglas del arte –
ajustando sus esfuerzos a los obstáculos.”
Napoleon Bonaparte

Definición de poder: Es la habilidad para influir en los demás. El Poder es
  • Un Recurso para hacer que las cosas sucedan ante la resistencia
  • Un Medio para salir adelante
  • Una Recompensa por haber logrado que las cosas se hayan hecho.
Haga este sencillo ejercicio. Observe en su trabajo, ¿quiénes realmente tienen el poder formal e informal? ¿Quiénes solamente tienen el poder formal y quiénes tienen el poder informal?

¿Qué le proporciona poder?: La posición que ocupa, la información a la cual tiene acceso, sus talentos, sus cualidades personales, su experiencia, su conocimiento, los recursos que controla y/o las relaciones que tiene y mantiene.

Identifique en dónde radica su poder, úselo conscientemente para lograr su visión, sin luchas de poder, sin miedo, formando alianzas poderosas, para el bienestar de su organización, de la sociedad, del país, de la humanidad.

“Siempre hay lugar para un hombre de fuerza,
el cual hace lugar para muchos más.
La sociedad es una tropa de pensadores,
y las mejores cabezas
son las que ocupan los mejores lugares.”
 Poder, Waldo Emerson

Características de una Persona con Poder:  Credibilidad,  Respeto,  Congruencia y  Autoestima.

SU ÉXITO DEPENDE DE USTED, PERO TAMBIÉN DE OTRAS PERSONAS


HABILIDADES Y ESTRATEGIAS PARA MANEJAR LA POLÍTICA DENTRO DEL MUNDO CORPORATIVO 

A continuación mencionaremos algunas habilidades y estrategias para manejar la política en su organización de forma positiva, que le sirva de protección y para lograr sus metas de desarrollo profesional:

1. Formar Alianzas Estratégicas: Los aliados son las personas que brindan ayuda y apoyo, a veces, se convierten en amistades. Son quienes apoyan sus puntos de vista y su causa, le ayudan a resolver problemas, encontrar recursos o le presentan otras personas. Trate a todos como iguales, aunque ocupen posiciones superiores, son también empleados y personas como usted. Esté siempre dispuesto a ayudar y colaborar en algo. Nunca sabemos si una persona será más tarde un aliado, un amigo o un buen contacto cuando usted necesite ayude o pierda su empleo. Puede suceder que en el futuro, lo encuentre de su par, su jefe o se lo encuentre como presidente de una asociación profesional. La vida da muchas vueltas, use su visión a largo plazo. Gane la confianza de sus aliados. Mantenga sus relaciones profesionales, con sus jefes, los jefes de sus jefes y compañeros de trabajo. Solicite cartas de recomendación. Mantenga el contacto sincero con sus ex jefes y compañeros de trabajo. No los ignore y después solamente les llame para pedirles trabajo. Alíese, manteniendo la neutralidad, sin formar parte de gremios. Cuidado con la identificación como parte de un grupo, pues cuando hay recortes de personal, fusiones o llega un nuevo director, usted también puede salir. 
La clave es DAR.

2. Saber Comunicarse: La comunicación abierta es la base de las alianzas. Que le escuche y de su perspectiva de las cosas y usted escuche también qué necesita. Permita que fluya la información, así como las opiniones y el apoyo. Asegúrese que sea directa y franca, no se mezcle en chismes, manténgase neutral. Stephen Covey dice: “Escuche antes de ser escuchado.” Identifique lo que la persona realmente desea, ayúdele con preguntas que clarifiquen a fin de que esté seguro de lo que ella desea. No asuma, no fantasee y no se tome nada personal. Evite ser identificado con un solo grupo, habilidad o proyecto. Haga alianzas con personas diferentes de diversos niveles, pero no pierda el tiempo. No asuma, no fantasee. Publique sus nuevos proyectos. Pida consejo. Busque un mentor. Acepte la retroalimentación. Ofrézcase de voluntario en algún proyecto. La clave es ESCUCHAR.

3. Profesionalismo e Integridad: Es difícil definir qué es ser profesional, pero tiene que ver con la integridad, la cual se define a su vez, como el ser congruente entre lo que se piensa, se dice y se actúa, lo cual gana credibilidad y la confianza de las personas.

Definición de Profesionalismo: Competencia que se usa para ejecutar su actividad, que incluye procedimientos, estándares, valores y protocolos de cortesía al relacionarse con las personas en el trabajo. Es una ACTITUD y una FORMA DE SER

Definición de Integridad: Congruencia entre las palabras y los actos que inspira confianza y credibilidad. Es FUENTE Y EXPRESIÓN DE AUTOESTIMA.

Ser profesional implica cumplir con compromisos y ofrecimientos con eficiencia, competencia, calidad y en tiempo. Ser cortés con todas las personas, no importa su nivel jerárquico o socioeconómico. Incluye la apariencia, actuación, conducta, fijar límite, responsabilidad, puntualidad, disciplina, respeto a la confidencialidad, gramática, contestar llamadas y correos. Conlleva disponibilidad para colaborar, así como para compartir información y expertis, dar trato justo y respetuoso a todos, tratar asuntos impersonalmente, mantener la visión completa, fomentar el trabajo en equipo, satisfacer tanto a clientes internos como externos, así como el orden, limpieza y organización del  lugar de trabajo. La clave es: CONGRUENCIA.

4. Formular Objetivos Claros: Los objetivos sirven a dos cosas, la primera para saber para que estás, para determinar los objetivos con los cuales se medirán tus resultados, o para evaluar tu propio avance. Si no sabes qué se espera de ti, pregunta. Es la manera de enfocar los esfuerzos y los recursos hacia los resultados que se esperan de ti. La segunda es para establecer tu propio plan de carrera. La clave es ENFOCARSE.

Los objetivos deben ser:
S Específicos
M Medibles
A Alcanzables
R Relevantes
T Tiempo determinado

5. Tener una Visión y Tomar el Control del Desarrollo de su Carrera: Para lograr el crecimiento profesional que busca requiere que se responda a las siguientes preguntas: ¿Qué deseo lograr en mi carrera? ¿Hacia donde voy y qué pasos necesito tomar para lograrlo mi visión? El futuro de cada uno de nosotros depende de lo que hagamos y decidamos hoy. Nosotros creamos nuestra vida.

Determinar la visión es lo primero que hay que definir. Seguirá identificar los talentos y habilidades que se poseen, a fin de establecer las necesidades de desarrollo. Lo anterior permite determinar los objetivos y plasmarlos en un plan de acción realista y flexible que lleve a alcanzar la visión. La clave es: PLANEAR.

“Su visión se hará más clara
solamente cuando mire en su corazón;
Quien mira hacia afuera duerme,
Quien mira hacia dentro despierta.”

Carl Jung

6. Disminuir las Brechas: Desarrollo de Competencias Gerenciales.- La forma de conocer las brechas, es conociéndose. ¿Qué competencias posee y a qué nivel las domina? ¿Conoce cuáles competencias requiere su puesto y a qué nivel? Las brechas entre ambos perfiles (individual y del puesto) son sus necesidades de desarrollo. Su evaluación individual, obtenida ya sea por 360º, Assessment Center, DISC, MBTI, Human Side, Entrevista por Competencias o Conductual, etc. le proporcionarán una comparación entre sus fortalezas y sus áreas de mejora y los requerimientos del puesto. La clave es CONOCERSE.

Nathaniel Branden lo pone de esta manera:
  1. Para gestionar a los demás hay que saber gestionarse a sí mismo
  2. Para comprender las emociones y sentimientos de los demás hay que comprender los propios.
  3. Para inspirar integridad, hay que ejemplificarla en nuestra actuación.


Cómo lidiar con la política disfuncional (“sucia”)
  1. Mantenga a sus amigos cerca y a sus enemigos todavía más cerca.
  2. Tómese el tiempo de pensar las cosas y reconocer sus emociones, antes de responder.
  3. Documente lo que se habló en sus interacciones con la persona, y guarde correos, comunicados, etc. 
  4. Anote cuáles fueron sus ideas y cuáles de él/ella.
  5.  Envíe copias de estos documentos a alguien de su confianza, si es necesario.
  6.  No juegue su juego. Evite pasar tiempo a solas con esta persona, hágase acompañar de
  7. alguien.
  8. Solicite su opinión, hágale sentir que es valiosa para usted.
  9. Siga los procedimientos y trámites formales. Insista en seguir las reglas establecidas.
  10.  No se preste a realizar algo que le suene sospechoso. No acepte favores que no solicitó o que
  11. tengan un precio que pagar muy alto.
  12.  Si alguien le pide que realice algo poco ético, es muy probable que esa persona sea así en sus
  13. tratos con usted.
  14. Confronte la situación, no la evite.
  15. No ceda ante amenazas u otros tipos de manipulación.
Bibliografía:

  1. Blanchard, Kenneth. Cierre las Brechas, Norma 2002
  2. Bramson, Robert. What Your Boss Doesn´t Tell You Until It´s too Late. Simon & Schuster 1996
  3. Branden, Nathaniel. La Autoestima en el Trabajo, Paidós 1999
  4. Fuller, Robert. Somebodies and Nobodies, Overcoming the Abuse of Rank, New Society Publishers 2004
  5. Hawley, Casey. 100 Tactics for the Office Politics, Barrons 2001
  6. Reardon, Kathleen. The Secret Handshake, Doubleday 2001
  7. Simon, William and Simon, Rosemary, Office Politics for the Utterly Confused, McGraw-Hill 1999

4 de junio de 2025

CULPAR A LOS DEMÁS

Por Bertha Vasconcelos


Cuando alguien te culpe de su conducta ...no le creas




Culpar a los demás de nuestros errores es desviar nuestra responsabilidad a esas personas porque la madurez implica asumir las consecuencias de nuestra conducta y decisiones, por lo que tampoco es válido culpabilizar a otros de nuestras emociones y reacciones.

Por ejemplo, cuando decimos: “Me haces enojar,” a pesar de ser una expresión muy común, es incorrecta. Para tomar la responsabilidad de nuestras emociones, a cambio podríamos decir: “Cuando no sacas la basura, me enojo” o “Me molesto cuando te quedas callada.” Esto quiere decir que nadie puede hacerte sentir una emoción si tu no quieres, ni nadie es capaz de sentir una emoción por otra persona. Cuando nos enojamos es nuestro enojo, así como cuando alguien se irrita es su enojo y de nadie más.

Para tomar la responsabilidad de nuestros sentimientos y pensamientos, es necesario hablar en primera persona, como cuando usamos expresiones como: “Se siente tristeza”, en lugar de decir: “Siento tristeza.”

Siempre tenemos la libertad de elegir cómo queremos sentirnos. Nadie es responsable de nuestras reacciones, pensamientos, sentimientos, emociones, decisiones o comportamiento, tanto como no somos responsables de las reacciones, pensamientos, sentimientos, emociones, decisiones o comportamiento de los demás. Aunque tampoco se espera que una persona le diga a un ser querido que sus emociones no son su problema o que no le importa su opinión.  

Puede suceder que una persona se molestó por algo que dijimos sin la intención de molestar, inclusive nos puede sorprender su enojo o rencor. Nosotros NO somos responsables de su reacción, pero SI somos responsables de nuestra reacción a su molestia (reacción), tal vez podríamos ofrecer una disculpa para restaurar la comunicación con esa persona y no iniciar una discusión que no lleve a ningún lugar. Para ello necesitamos empezar por no culpar a esa persona por sentirnos ofendidos, lo que ayudará a evitar resentimientos. No me refiero a que las emociones deban reprimirse, de ninguna manera deberán ser ignoradas o enterradas porque esto provoca desgaste en las relaciones, y a la larga podría causar enfermedades, rupturas que pudieron evitarse. Si somos inteligentes emocionalmente, reconoceremos y validaremos las emociones propias, pero también las emociones de los demás, lo cual se logra a través del autoconocimiento y la autocomprensión, y hacia los demás, será necesario ser empáticos.

Cuando las personas tomamos responsabilidad de nuestras emociones, decisiones y conducta, nuestras relaciones serán más fáciles y saludables.

Foto de Vera Arsic

Culpar es una distorsión del pensamiento

Las distorsiones cognitivas o del pensamiento son maneras erróneas de procesar la información. Todos presentamos alguno o varios tipos de distorsión cognitiva, por lo que identificarlas nos ayudará a pensar, actuar y tomar decisiones más objetivas. Algunas de las distorsiones del pensamiento son etiquetar, sobregeneralizar, adivinar, suponer, catastrofizar, minimizar, la culpabilidad, falacia de control, falacia de cambio, entre otras. A continuación presento la explicación de las relacionadas con culpar o hacer responsable a lo externo:

  • Culpabilidad: Culparse a sí mismo de algo que no es de nuestra entera responsabilidad, o bien, culpar a otras personas sin tomar en cuenta el grado en que nuestras propias actitudes y conductas contribuyen al problema. Ejemplos: "Yo tengo la culpa de que me insultara."  "Mi mamá tiene la culpa."
  • Falacia de Control: Creer que uno tiene el total control o responsabilidad de las situaciones, o  pensar que uno no tiene ningún control y no puede hacer nada al respecto. Ejemplos: “Yo no lo maté, pero soy responsable.” “Yo soy así y no hay nada que pueda hacer.”
  • Falacia de Cambio: En situaciones problemáticas pensar que no podemos hacer nada a menos que la otra persona o las circunstancias cambien. Estamos dejando la responsabilidad de nuestro actuar afuera. Ejemplos: "Cuando mejore la economía, encontraré trabajo." "Cuando mi pareja reconozca su error, lo perdonaré."

Siempre podemos elegir la actitud o postura que deseemos tomar ante las diversas circunstancias de la vida.

Culpar a los demás es victimizarse

Todas las personas nos sentimos víctimas ante la adversidad. Está bien sentirse víctima, pero no por demasiado tiempo, necesitamos sobreponernos y tomar responsabilidad de nuestra actitud ante las circunstancias. De nosotros depende cómo afrontar los reveses que la vida nos presenta.

Dejar de victimizarse es similar a un animal que ha sido herido. Cae al suelo, evalúa el grado de gravedad del daño recibido, lame sus heridas hasta sanar para así poder levantarse y caminar de nuevo. La vida en ocasiones nos manda situaciones o eventos que nos tira al suelo, y poco a poco nos vamos levantando hasta sobreponernos a los golpes recibidos.

Todos tenemos libertad de elegir. Nadie nos obliga a tomar nuestras decisiones, aunque en ocasiones, nos sentimos tentados a culpar a los demás. Por ejemplo, cuando los hijos adultos acusan a sus padres de sentirse miserables porque fueron demasiado autoritarios o demasiado permisivos, o bien, cuando los jóvenes estudiantes culpan a los maestros de su falta de atención en la clase o de sus calificaciones bajas, porque dicen que no le agradan al profesor, que no supo mantener su atención o cualquier otro pretexto.

Es recomendable no victimizarse y ser responsable, lo que significa asumir las consecuencias de las decisiones propias. Responsabilizarnos nos permite recuperar nuestro poder personal para dejar de ser víctimas de las circunstancias. 

Creencias erróneas relacionadas con culpar a los demás

El Dr. Albert Ellis identificó tres creencias irracionales básicas que tenemos los seres humanos respecto de sí mismo, de los demás y del mundo, que en su opinión originan los trastornos emocionales:

1. Necesito ser capaz y ser aprobado por los demás.

2. Las personas deben actuar de manera considerada y justa hacia mi, y si no actúan así, deben ser castigadas.

3. La vida no debe tener complicaciones y el mundo es un lugar en donde es difícil vivir.

Estas creencias colocan nuestro poder personal afuera de nosotros cuando somos nosotros mismos quienes nos debíamos dar el auto respeto, aprobación, reconocimiento y trato justo, para no esperarlos de los demás. Debido a estas creencias, un ataque o una ofensa recibida detona el impulso de culpar, vengarse y castigar. Si este impulso negativo no encuentra salida con una victoria, perdonar a la persona o a través de la expresión adecuada de la emociones, se convierte en resentimiento al sentirse impotente de responder. 

Culpar al mundo de nuestra infelicidad nos despoja de nuestro poder. La vida es como es, no como queremos que sea. Albert Ellis dijo: “Los problemas y la infelicidad de la humanidad se deben a dos palabras: ¡Es horrible!” Mi papá decía sabiamente: “Así es la vida y la vida es así.” 

Foto de Mikael Duran

Comportamientos por los que no se debe responsabilizar a los demás:

  • Ser infeliz
  • Consumir drogas, alcohol, etc.
  • Mentir
  • Robar
  • Ser infiel
  • No hacer las tareas escolares, no estudiar para los exámenes
  • Cometer crímenes, delitos
  • Ser grosero, hostil
  • Etc.

Las conductas anteriores son decisiones que toman las personas porque no han encontrado la manera de enfrentar los problemas en su vida y/o no miden las consecuencias a mediano o largo plazo. Asumir la responsabilidad propia, permite hacer algo al respecto para cambiar, reparar el daño, rehabilitarse o reencaminar la vida.

Los padres y madres no debían sentirse culpables por:

  • Las peleas entre los hermanos
  • Enfermedades ni padecimientos de sus hijos 
  • Identidad de género, orientación sexual de sus hijos
  • Conductas impredecibles de sus hijos adultos
  • Decisiones o elecciones equivocadas

Foto de José P. Ortiz

No se debe culpar a las víctimas/sobrevivientes de:

  • Desastres naturales
  • Fraudes, estafas, robos
  • Secuestro
  • Tráfico/Trata de personas
  • Todo tipo de violencia
  • Abuso de menores
  • Homicidio
  • Difamación
  • Violación
  • Otros delitos (delitos intimidad, dolo y mala fe, etc).

Algunas personas externas y cercanas a las víctimas paradójicamente tienden a culparlas de manera automática. Los pensamientos o comentarios más comunes son: “En que estaría metido,” “Cómo no se dio cuenta antes,” “Por qué se dejó,” “No es muy inteligente,” “Por qué no le dijo a sus papás” 

A esto se le llama re-victimizar, que significa hacer que el perjudicado se convierta nuevamente en víctima debido a la incomprensión de la sociedad y las fallas del sistema jurídico, además ocasiona que la víctima reviva la experiencia traumática y asuma nuevamente el papel de víctima.

En conclusión, hacernos responsable de las situaciones que podemos controlar da sentido, sin embargo, es aconsejable no sentirse responsable por las situaciones que no se pueden cambiar. Además es fundamental devolver su responsabilidad a las demás personas para no aceptar ni cargar con culpas que no son nuestras. 

Todos podemos aprender a ser responsables y dejar de buscar culpables en nuestras relaciones interpersonales. A eso se le llama madurar.



Serie recomendada:

Intimidad

Bibliografía

1.    Bertha Vasconcelos. Manejo de emociones en las mujeres. Editorial Trillas

2.    https://psicologiacoaching.blogspot.com/2009/11/recupere-su-poder-personal.html

3.    https://psicologiacoaching.blogspot.com/2009/11/como-recuperar-su-poder-personal.html